lunes, 12 de diciembre de 2016

Tradición y progreso en educación (VIII): Los retos del aprendizaje cooperativo (1ª parte)



Hoy toca hablar sobre uno de los temas candentes en educación hoy en día: el aprendizaje cooperativo. Y lo haré en dos artículos para plantear mi postura y visión sobre este de forma clara y detallada.

El trabajo cooperativo es una de las prácticas que, de forma similar a la instrucción directa, podemos integrar dentro del grupo de 'prácticas educativas basadas en la evidencia'. John Hattie en sus metaanálisis le asigna un resultado de impacto significativo (d=0.49). Robert Marzano, otro estudioso de los mejores métodos de instrucción, incluye también el aprendizaje cooperativo entre las metodologías con unos resultados más positivos en su libro Classroom Instruction that Works: Research-based Strategies for Increasing Student Achievement. El aprendizaje cooperativo es, pues, una metodología que lleva estudiándose y trabajando desde hace ya tiempo y que tiene referencias abundantes de evidencia de resultados. En el ámbito concreto de la investigación sobre el aprendizaje cooperativo los hermanos David y Roger Johnson, que han realizado una amplia labor de investigación, son una de las principales referencias.

Podemos definir el aprendizaje cooperativo como la metodología en la que los alumnos trabajan juntos para conseguir objetivos comunes. De esta forma pueden maximizar su aprendizaje y el de los demás. Hay 5 componentes esenciales para el aprendizaje cooperativo:

a) La interdependencia positiva. Entre los miembros del grupo tienen que establecerse una relaciones positivas de interdependencia, de que es imposible el éxito de cualquiera de ellos sin la colaboración e implicación de todos los miembros. Esta se puede establecer con respecto a los materiales, los objetivos...

b) La responsabilidad invididual. El trabajo cooperativo que funciona es aquel en el cual se sigue y trabaja también la responsabilidad individual repartiendo roles, buscando el compromiso individual para el alcanzar los objetivos comunes del equipo... 

c) La interacción cara a cara, utilizando protocolos que enseñen a respetar a los demás, a ser efectivos...

d) Técnicas interpersonales que propicien la relación entre iguales, el conocimiento del otro, la amistad...

e) La evaluación del equipo como guía para mejorar, para aprender a valorarse, para saber opinar...


Existen 3 tipos de aprendizaje cooperativo, relacionados con los diversos tipos de grupos en los que se estructura el aula para el aprendizaje:

- Aprendizaje cooperativo formal: es aquel en el cual los estudiantes trabajan juntos durante un período concreto de clases (desde un día a diversas semanas) para conseguir objetivos compartidos y completar de forma coordinada tareas específicas. 

- Aprendizaje cooperativo informal: es el aprendizaje cooperativo en el que los estudiantes forman grupos para trabajar un objetivo o tarea concretos durante unos minutos, una sesión de clase...

- Grupos cooperativos de base: son grupos que se forman y se mantienen a largo plazo. Son heterogéneos y su objetivo, más que de aprendizaje académico, es que sus miembros se den soporte, ánimo, ayuda...

Los 3 tipos pueden utilizarse de forma integrada. 

Llegados a este punto, ¿por qué he querido llamarle a este artículo 'Los retos del aprendizaje cooperativo'? He querido ponerle este nombre porque la implementación real y efectiva del aprendizaje cooperativo es un reto, y no es fácil. En este artículo quiero desgranar y compartir algunas de las ideas, dudas, reflexiones... que he ido experimentando y viendo después de utilizarlo en el aula:

- Sobre el aprendizaje cooperativo, el aprendizaje por descubrimiento y el constructivismo

Uno de los principales retos a los que se enfrenta el aprendizaje cooperativo es superar la visión que lo acostumbra a asociar con el aprendizaje por descubrimiento y con el constructivismo entendido como metodología didáctica. ¿En qué sentido? En el sentido de que el 'aprendizaje auténtico' es solo aquel que los estudiantes descubren por sí solos y construyen por sí mismos y en colaboración con los demás. En este sentido, la mejor forma de aprendizaje sería aquella en la que los niños, en función de sus intereses, construyen sus aprendizajes en colaboración con los demás, dejando de lado la instrucción directa y la transmisión de conocimientos. 

Este planteamiento en ocasiones puede ser cierto, porque un conocimiento al que se llega a través del descubrimiento en colaboración con otra persona posiblemente puede ser que sea más fácil que sea significativo para el alumno, y 'se quede’ más. Pero esto no podemos extenderlo y generalizarlo a todos los casos y situaciones. En otros artículos he hablado a fondo sobre el aprendizaje por descubrimiento:

Desde estos planteamientos se acostumbran a caer habitualmente en el constructivismo filosófico, que acaba por negar la existencia de una realidad objetiva que se pueda conocer dado que cada uno se construye su verdad. Los mismos hermanos Johnson parecen partir de esta visión constructivista vinculada al aprendizaje por descubrimiento:

'En cada sesión de clases los maestros tienen que elegir entre ser "un sabio en el escenario" o un "dirigente marginal". Al tomar su decisión es importante recordar que el reto de la enseñanza no es cubrir el material para los estudiantes; es descubrir el material con los estudiantes.'
Los Nuevos Círculos de aprendizaje: Cooperación en el salón de clases y en la escuela, de David W. Johnson, p. 38, Roger T Johnsonn y Edythe J. Houbelec

¿Es posible el aprendizaje cooperativo en un marco diferente? Sí. Debería de serlo. El aprendizaje cooperativo no ha de estar necesariamente vinculado al aprendizaje por descubrimiento. Creo sinceramente que cabe perfectamente en marcos que partan de un currículum común, extenso, en el que quepan también metodologías de instrucción como la experimentación, la instrucción directa y en los que no se olvide la función transmisora de la escuela. No podemos olvidar que toda metodología que se utilice tiene que estar supeditada al aprendizaje real y efectivo de una serie de conocimientos por parte de nuestros alumnos.

- Sobre el aprendizaje cooperativo y las habilidades sociales


Otro aspecto importante que tenemos que considerar alrededor del trabajo cooperativo es que conlleva e implica el aprendizaje y el dominio de una serie de habilidades sociales y cooperativas: habilidades como el aprender a compartir ideas y opiniones, solicitar ayuda, respetar el turno... Son habilidades básicas que será fundamental que nuestros alumnos vayan dominando de cara al futuro.

Aquí hay un aspecto clave que me parece que tenemos que tener en cuenta. Cuando establecemos una secuencia didáctica que incluye el aprendizaje cooperativo pasamos de tener el foco exclusivamente en la cognición y el aprendizaje de los conocimientos a tenerlo en dos puntos: las habilidades sociales y el contenido, habilidad o proceso que dominar. Esto añade un punto de dificultad que no podemos menospreciar. Luego hablaremos más a fondo de este aspecto, pero es muy importante el saber seleccionar cuando se utiliza, de qué forma, el cómo se estructuran la interdependencia grupal y la responsabilidad individual.

La finalidad de formación en las habilidades sociales, que en la escuela es también importante, no nos puede hacer olvidar la función académica y cultural de la escuela, que es fundamental. El aprendizaje cooperativo es una gran metodología, y será bueno irlo implementando desde pequeños, ya que el dominio y aprendizaje de las diversas habilidades sociales y cooperativas es importante, pero sin olvidar sus características y el punto de complejidad que conlleva, que provocará que no siempre sea la opción más conveniente.

- Sobre el aprendizaje cooperativo y una visión global de la didáctica


Un aspecto importante que considerar es que se hace necesario integrar el trabajo cooperativo en una visión global de la didáctica, que parta de la abundante investigación de cómo es realmente el aprendizaje y de qué aspectos hay que considerar para organizarlo de la mejor forma posible.

En este sentido, un problema es que se acostumbra a definir el trabajo cooperativo ‘contra’ el trabajo individual y las actividades que incluyen algún tipo de competición. Esta visión acostumbra a olvidar que el trabajo cooperativo que funciona de verdad es aquel que se combina con la instrucción global o directa del profesor a toda la clase y con el trabajo individual. Estas tres técnicas de instrucción, instrucción global o directa, trabajo cooperativo y trabajo individual, se complementan entre sí y no tiene sentido oponerlas. Se acostumbra a caer en esta visión porque se parte de la visión constructivista que comentaba antes. Encuentro a faltar estudios y prácticas que integren el aprendizaje cooperativo con la instrucción directa a toda la clase y con el trabajo individual. Los Johnson citan a McKeachie, et al. (1986, p. 63):

La mejor respuesta a la pregunta, "¿Cuál es el método didáctico más eficaz?" es que depende de la meta, los estudiantes, el contenido y el maestro. Pero la segunda respuesta mejor es: "Cuando los estudiantes enseñan a otros estudiantes". Existe una rica fuente de evidencia que demuestra que la enseñanza impartida por los compañeros es sumamente eficaz para una variedad de metas, contenido y estudiantes de diferentes niveles y personalidades.

Esta es una cita con la que puedo estar de acuerdo, pero remarcando especialmente la primera aseveración: que el método didáctico más eficaz dependerá de la meta, del contenido (no es lo mismo aprender, por ejemplo, historia que ciencias; no es lo mismo aprender una materia con noveles que con expertos), de los estudiantes (edad, condición social...), del maestro. En función de la actividad incideremos más o menos sobre la instrucción directa del profesor a todos los alumnos, sobre la articulación de la colaboración en clase... No es lo mismo llevar a cabo un proyecto sobre los animales o producir un documental que repasar un concepto concreto de matemáticas, o trabajar un aspecto de conciencia fonológica o una estrategia de lectura. 

Sobre la segunda parte, coincido en que la enseñanza entre iguales es muy eficaz, pero hay que saber cuándo introducirla. Puede ser una gran herramienta, por ejemplo, al final de la unidad didáctica, para repasar los contenidos, profundizar en ellos... Una vez que ya se han trabajado con todos los alumnos y les pedimos, por ejemplo, que por grupos expliquen una parte del temario a los demás, o que se articulen grupos de expertos en el aula para el repaso de los contenidos... Además del aprendizaje cooperativo hay otras actividades que implican esta relación entre estudiantes, como la tutoría entre iguales o la mentorización. Todas estas opciones deberán siempre de ser complementadas con la instrucción global a toda la clase y el trabajo individual.

Un último aspecto que comentar en este punto es que no es una estrategia de aprendizaje cuyo dominio sea fácil. Entender y dominar qué es realmente el trabajo cooperativo: los tipos de grupos, los elementos fundamentales (interacción cara a cara, el cómo organizar la interdependencia positiva...), y articularlos de forma que realmente sean efectivos es una tarea ardua y que requiere un aprendizaje. No es una metodología que podamos reducirla a poner simplemente las mesas en grupo y ya está. Requiere una formación del profesorado y una persistencia en el tiempo que se acostumbra a dejar de lado. Tenemos que considerar también que no todas las modalidades de trabajo cooperativo son igualmente efectivas. Solo aquellas que combinan los objetivos de grupo y la responsabilidad invidual han demostrado ser realmente efectivas y mejorar de forma significativa los resultados del alumnado. Solo desde una visión integrada de la didáctica puede aplicarse a largo plazo con éxito. 

- Retos y temas que valorar alrededor del aprendizaje cooperativo

Luego, hay una serie de consideraciones que tener en cuenta. Una de ellas sería sobre cuándo introducir el aprendizaje cooperativo en la secuencia didáctica. Si lo pensamos bien, uno de los principales requerimientos para el aprendizaje cooperativo es la articulación de una interdependencia positiva entre sus miembros. Para que sea posible, es fundamental que todos los miembros del grupo puedan aportar algo a su grupo. ¿No es mejor, entonces, introducirlo cuando ya se han explicado y trabajado los conocimientos o habilidades básicas? Por supuesto que se podrán organizar antes actividades cooperativas que se refieran a procesos sencillos (lectura compartida de un texto, trabajo del cálculo mental, compartir los conocimientos previos sobre un tema; serían actividades cooperativas informales), pero el realizar actividades complejas requerirá el dominio de los conceptos. Por ello un aspecto que tener en cuenta y valorar será el mejor momento para su intoducción.

Otro elemento que valorar es el de la memoria de trabajo. Esta solo puede dedicarse a una serie de ítems a la vez. Cuando se está introduciendo un nuevo conocimiento o habilidad, hasta que este se domina, la inclusión de más elementos dificulta su dominio. En este sentido, añadir al dominio de un contenido nuevo una serie de habilidades sociales que gestionar será un aspecto que tendremos que valorar, especialmente por lo que se refiere a los aprendice noveles.

En último lugar, está el tema del feedback: la ayuda, el soporte... que se dan entre sí los miembros del grupo. Como comenta David Didau en su blog 'The learning spy' mencionando un estudio de Graham Nuthall, el 80% del feedback que reciben los alumnos en el aula proviene de sus compañeros y, de este, el 80% es erróneo. Esto supone que el 60% aproximadamente del feedback que reciben no es bueno. ¿Cómo gestionamos este aspecto? Esto es algo que veo cuando los chavales se evalúan entre sí. Pueden corregirle una redacción a un compañero con una rúbrica o una pauta, comentarle elementos que mejorar... Pero en muchas ocasiones el feedback que dan no es correcto. Este es un aspecto que no podemos olvidar en el aprendizaje cooperativo.

- Para acabar...

Han sido pocos los sitios en los que he podido encontrar una visión completa del aprendizaje cooperativo. En concreto, ha sido en la 'Australian society of evidence based teaching' donde he encontrado por vez primera propuestas que partiesen de esta visión global:

En este sentido, me parece fundamental el saber alcanzar este equilibrio. He leído estos días unos artículos muy interesantes de Anderson y otros. En estos estudios habla de dos perspectivas: la cognitiva y la situacional. La primera, la cognitiva, se centra en conseguir el máximo de aprendizaje de conocimientos y de comprensión por parte de los alumnos. La segunda, la situacional se fija en el trabajo de las habilidades sociales y de relación. 

En el próximo artículo, que será también sobre el aprendizaje cooperativo, os compartiré la traducción de un interesante artículo de la 'Australian society of evidence based teaching'.

Bibliografía:

1. Sobre el aprendizaje cooperativo, de la 'Australian society of evidence based teaching': 




5. Cooperative Learning Institute: http://www.co-operation.org/

6. Artículo de Robert E. Slavin 'Cooperative Learning and Student Achievement': http://www.ascd.org/ASCD/pdf/journals/ed_lead/el_198810_slavin.pdf

Libros:

1. Los Nuevos Círculos de aprendizaje: Cooperación en el salón de clases y en la escuela, de David W. Johnson, Roger T. Johnsonn y Edythe J. Houbelec

2. La evaluación en el aprendizaje cooperativo. Cómo mejorar la evaluación individual a través del grupo, de David W. Johnson y Roger T.. Johnson

martes, 6 de diciembre de 2016

Informe PISA 2015: un apunte sobre las ciencias y el aprendizaje por descubrimiento



Hoy se acaban de publicar de forma oficial los resultados del Informe PISA de 2015. Durante los siguientes días, el análisis de los resultados a los diversos niveles dará que hablar en los diversos foros y redes sociales. Como nos mostraron los resultados de TIMMS de la semana pasada, Finlandia sigue un progresivo proceso de descenso en sus resultados, siendo de forma significativa de los países que baja más, especialmente en ciencias y en matemáticas. Por lo que se refiere a los países del lejano oriente, algunos se mantienen en lo más alto del ránking de resultados, como Singapur, mientras que otros se mantienen como el Japón o China Taipei y otros bajan como Corea, Vietnam, las otras partes de China... Por lo que se refiere a España, sube levemente pero se sigue manteniendo en la parte inferior de la tabla.

A través de Pedro de Bruyckere y de Greg Ashman, me ha llegado una interesante valoración que incluye el informe y que es interesante compartir, especialmente en nuestros lares, ya que será un aspecto sobre el cual se pase por encima. En concreto, alrededor de la enseñanza de las ciencias y de la poca efectividad del aprendizaje por descubrimiento para su aprendizaje, ya que el informe ha valorado en qué medida para la enseñanza de las ciencias se utilizan las siguientes prácticas: 
- Modelos dirigidos por el profesor, de instrucción directa.
- Instrucción adaptativa al nivel de los alumnos de los contenidos de ciencias.
- Feedback y objetivos claros.
- Modelos basados en el aprendizaje por descubrimiento autónomo.

Estos aspectos se detallan en las pp. 63-73 y en la p. 228 del segundo volumen de resultados: http://www.keepeek.com/Digital-Asset-Management/oecd/education/pisa-2015-results-volume-ii_9789264267510-en#page230. En concreto, os quiero compartir una imagen del informe en la que Pedro de Bruyckere remarca las prácticas más significativas para el éxito de los estudiantes:



De las 4 prácticas, las que tienen efectos más positivos son las dos primeras: los modelos de instrucción dirigidos por el profesor y la adaptación de la instrucción al nivel de los alumnos. Singapur, por ejemplo, que queda primera en el ránking de ciencias se caracteriza por utilizar de principalmente las 3 primeras prácticas, mientras que reporta un uso casi nulo del aprendizaje por descubrimiento. Si pensamos en estos países del lejano oriente vemos que son países en los que se tiene un currículum muy claro y bien secuenciado, en que la figura del profesor es valorada y tiene un papel fundamental en la guía de la clase... Esto no va en contra de que la instrucción se adapte al nivel de los alumnos, a que se ofrezca el feddback conveniente... En concreto, después de la situación socioeconómica de los alumnos, las 2 primeras prácticas son las que tienen más efectos en el éxito de los alumnos.

Llegados a este punto, me planteo diversas preguntas: ¿Es el enfoque holístico, basado en proyectos en los que los alumnos descubren y construyen de forma autónoma su conocimiento el lugar hacia donde tenemos que ir? Solo hay que ver las propuestas de Escola Nova 21 y la situación del debate educativo en España hoy en día, con voces que apuestan por acabar con la 'compartimentación del conocimiento' y la 'desaparición de las asignaturas'. Me pregunto: ¿cómo aprenderán entonces nuestros alumnos el pensamiento científico? ¿Cómo aprenderán a investigar, experimentar... sin los conocimientos necesarios? Y no estoy en contra del uso de proyectos, pero estos deben ser guiados, al menos en las edades tempranas, y tienen que ser una herramienta para aplicar, poner en juego... herramientas y conocimientos previamente aprendidos. Y sobre los modelos dirigidos por el profesor, ¿seremos capaces de poner en valor las prácticas de instrucción directa? ¿Nos daremos cuenta de que para la introducción de los aprendizajes esta es muy importante? Esta no va en contra de la inclusión paralela en la secuencia didáctica de actividades de aprendizaje cooperativo, de experimentación, de trabajo individual, de la realización de un proyecto guiado o de investigación al acabar la secuencia didáctica una vez trabajados los contenidos.

Este artículo liga con lo que reclamaba ayer, que era desideologizar el debate educativo a la hora de optar por unas u otras prácticas educativas. Los resultados de PISA están ahí. Os comparto los artículos de Ashman y De Bruyckere que mencionaba al principio:



lunes, 5 de diciembre de 2016

No dejemos que la educación caiga en debates políticos o ideológicos



Hoy me he topado con el siguiente artículo que compartió Greg Ashman, escrito por Pritesh Raichura, un profesor de ciencias de Londres: Don't let politics colour educational evidence (https://bunsenblue.wordpress.com/2016/12/03/dont-let-politics-colour-educational-evidence/). Me ha llamado la atención porque se refiere a un debate muy candente en nuestro país: el de aquellos que politizan, que ideologizan la educación dividiéndola en prácticas de derechas y prácticas de izquierdas; en educación tradicional y educación innovadora o avanzada.

En educación, lo que tiene que guiar a los que deciden las políticas educativas a nivel estatal, a los que dirigen un centro, al maestro en su aula, no puede ser el que unas prácticas sean consideradas 'innovadoras y avanzadas' o 'tradicionales', sino que tiene que serlo la evidencia científica de los resultados y la conveniencia o no de según los alumnos, la materias, las circunstancias... Utilizar una u otra práctica pedagógica. El uso de exámenes, por ejemplo, ¿es una práctica de derechas? ¿Es tradicionalista quizás? ¿Y la instrucción directa? ¿Y el aprendizaje por descubrimiento? ¿Y el aprendizaje cooperativo? ¿Son de centro? ¿Habría que encuadrar estos dos últimos en las prácticas avanzadas? El uso de rúbricas, ¿es propio de la escuela del siglo XXI? ¿Y el de debates? Y podría seguir con más temas: conocimientos vs competencias, etc.

De las prácticas que he ido comentando, la instrucción directa, por ejemplo, está sostenida por una amplia literatura de evidencia científica (en los siguientes artículos la comenté: https://goo.gl/SwRXvzhttps://goo.gl/Zb2hMYhttps://goo.gl/9WN2h1, junto con la serie sobre la instrucción directa explícita), del mismo modo que el aprendizaje cooperativo (https://goo.gl/Nt1R9R y https://goo.gl/B4D67i), aunque ambos haya que saberlos usar de la forma correcta y en los momentos adecuados. En cambio, el aprendizaje por descubrimiento tiene poca evidencia de éxito (https://goo.gl/Zc1eTG). Por lo que se refiere a los exámenes o al uso de rúbricas de evaluación, son dos instrumentos diferentes de evaluación que no hay que oponer, que son complementarios y que responden a diferentes aspectos de la evaluación (https://goo.gl/YSYKzPhttps://goo.gl/pMqrWc).



Todos queremos, sin duda, el éxito de todos nuestros alumnos, pero sorprende cómo al hablar de las diversas prácticas pedagógicas acabamos cayendo en un maniqueísmo ideológico alejado de la realidad de las cosas. Y este aspecto está generando numerosos problemas. Cada vez hay más maestros que dejan de lado prácticas pedagógicas de reconocida evidencia y eficacia porque temen que se oponga a su visión ideológica o política; o porque se oponen a las directrices del gobierno de su región o de un grupo que apuesta por una pretendida 'educación avanzada'. Y esto acaba perjudicando su práctica educativa y el aprendizaje de sus alumnos. El uso de la instrucción directa, de los exámenes, la memorización de secuencias como las tablas de multiplicar, los días y meses del año y tantos otros aspectos. 

Ayer Gregorio Luri proponía redactar una entretenida lista con algunos de estos aspectos, prácticas... que se han ido perdiendo: http://elcafedeocata.blogspot.com.es/2016/12/lost-in-traslation.html; ¡recomendable y muy divertido de leer! Tenemos que conseguir que lo que nos lleve al uso de una u otra práctica pedagógica sea su evidencia de éxito y no la etiqueta que se le haya puesto.

domingo, 20 de noviembre de 2016

Sobre Finlandia y la desaparición de las asignaturas



Seguro que en los últimos días, a través de las diversas redes sociales, os ha llegado la imagen (u otra parecida) con la que acompaño este artículo: la foto de una niña con trenzas, que parece ser finlandesa, acompañada del siguiente titular, en en castellano o en inglés: 'Finlandia se convertirá en el primer país en cancelar todas las asignaturas escolares'.

Esta noticia, sin embargo, no es cierta, ya que en Finlandia no se han planteado en ningún momento el acabar con todas las asignaturas escolares. En este artículo, el especialista en educación Pasi Sahlberg detalla lo que se están planteando realmente en el país nórdico:

1. En Finlandia se está trabajando en reformas para que las asignaturas no se enseñen o aprendan por separado, sino de una forma más amplia y transdisciplinar. Se mantendrán pero con ciertos cambios.

2. Esta reforma incorpora un concepto de enseñanza que llaman 'phenomenon learning', que consiste en centrarse en temas interdiscipinarios en vez de las diversas asignaturas usuales. Estos períodos podrán alcanzar desde todo el curso a concentrarse en 2-3 semanas en las que se trabajaría de esta forma.

En esta línea, hay que destacar que el sistema educativo de Finlandia está descentralizado, y que la reforma se aplicará de forma diversa en las diferentes escuelas del país.

Una cosa que me ha sorprendido es la difusión que se le daba a esta noticia en las diversas redes sociales. Un aspecto que me preocupa del panorama educativo español y, especialmente, del catalán, es la difusión que se le dan a algunas ideas pedagógicas que son planteadas de forma superficial y sin una reflexión a fondo sobre lo que comportan y lo que conllevan. Una de estas ideas es la del aprendizaje por proyectos.



En este otro artículo del blog hablé ya sobre el aprendizaje por descubrimiento y su relación con el trabajo por proyectos: http://unestelalalba.blogspot.com.es/2016/09/tradicion-y-progreso-en-educacion-el.html. Planteamientos como los que se comentan, que se oponen al trabajo diferenciado por asignaturas, olvidan y dejan de lado que la gnoseología de las diversas disciplinas: lengua, matemáticas, historia, geografía, química, física... Tiene cada una unas características diferentes, que requieren de un trabajo específico y diferenciado. No es lo mismo trabajar la causalidad histórica que el desarrollo del método científico; o el trabajo del sentido numérico que el del tiempo. Los planteamientos de aprendizaje por proyectos acostumbran a olvidar estos aspectos fundamentales. 

Por supuesto que hay aspectos comunes, pero no podemos olvidar que las diversas asignaturas curriculares son una gran herramienta para organizar el corpus de conocimientos que forma nuestra cultura. Esta visión acostumbra a ir acompañada de una oposición frontal al libro de texto (herramienta organizativa de los contenidos fantástica, aunque siempre se pueda mejorar).  No solo esto, sino que los alumnos sin dificultades y de un nivel sociocultural alto posiblemente aprenderán de cualquier forma (sea por proyectos o por asignaturas); en cambio, los alumnos con dificultades o de contextos socioculturales bajos son los que más necesitarán un presentación detallada y clara de los diversos aprendizajes

Luego, otro aspecto que habría que preguntarse es de qué tipo de proyectos se habla: ¿proyectos guiados por el profesor en el que este selecciona los contenidos que se trabajarán una vez que han sido enseñados como herramienta para su consolidación y para que desarrollen esta visión global, o proyectos por descubrimiento, en los que los niños deciden qué aprenderán? 

La investigación demuestra, cada vez más, la ineficacia del aprendizaje por descubrimiento y del basado en problemas, cuando se parte de planteamientos de guía mínima o en los cuales no se han enseñado los contenidos de forma previa. Hay una evolución de los defensores de este tipo de proyectos hacia la práctica y el descubrimiento guiado. Recomiendo en este sentido este artículo de Paul A. Kirschneer y Mirjaam Neelen en su blog de educación: https://3starlearningexperiences.wordpress.com/2016/11/15/the-cold-left-overs-of-inquiry-based-learning/

¿Es posible otra visión del aprendizaje por proyectos? Sí. Estos pueden ser una gran herramienta si se plantean, por ejemplo, al finalizar un tiempo de trabajo de una serie de contenidos curriculares de las diversas áreas; por ejemplo, después de un mes dedicado al trabajo de los contenidos que tocan, el plantear una semana de trabajo integrado entre las diversas áreas, para aplicar los contenidos aprendidos previamente. Otra opción serían los proyectos de práctica guiada, en los cuales se trabajan una serie de contenidos de forma más global y significativa, partiendo eso sí, del trabajo y de la instrucción directa en los contenidos necesarios y habilidades necesarias. Estas dos me parecen propuestas de trabajo por proyectos muy interesantes

Volviendo a Finlandia, en los últimos años estamos asistiendo a una bajada progresiva de sus resultados en las pruebas internacionales. En los próximos resultados, que se publicarán de aquí a unas semanas, en diciembre, es previsible que sigan bajando. Leí un artículo, 'Real finnish lessons' en el cual se profundizaba en este aspecto y uno de los aspectos que se sugería era que su alto nivel de desempeño se debía a un sistema que, en los aspectos básicos, se basaba en lo que se suelen llamar 'prácticas tradicionales': intrucción directa, método sintético de aprendizaje de la lectura, alto nivel... Poco a poco, las ideas constructivistas, entendidas como aprendizaje por descubrimiento, se han ido imponiendo cada vez más en los ambientes educativos fineses. Este hecho, unido al incremento de la población inmigrante que no tiene la cultura y lengua finesas, generaría un progresivo descenso en los resultados educativos. Os recomiendo la lectura del artículo (es largo): 
La lectura de las afirmaciones de las autoridades educativas finlandesas de que hay que enseñar a los niños 'lo que necesitarán en sus vidas' en vez de intentar volver a estar en la parte más alta del ránking, indica cierta desorientación. Las pruebas PISA indican el desenvolvimiento en comprensión lectora, ciencias, matemáticas... ¿No es el pensamiento científico, la lectura... lo que necesitarán las nuevas generaciones? Quizás tengamos que empezar a fijarnos en otros lugares para compararnos. Como indica Gregorio Luri, los resultados escolares de Soria son superiores a los de Finlandia...

Este misma forma de pensar es la que se está imponiendo de forma generalizada en los ámbitos educativos de nuestro país. Una forma de pensar a la que le falta una buena dosis de realismo educativo, de conocer cómo se aprende realmente partiendo de la experiencia previa y de la abundante literatura científica alrededor de la educación. En este otro artículo comentaba el cómo se hacen permanentesy fijas ideas educativas que parecen ciertas por lo bonitas que parecen pero no lo son: http://unestelalalba.blogspot.com.es/2016/10/5-ideas-equivocadas-sobre-educacion.html 

En este contexto, como he comentado otras veces, se hace cada vez más necesario un debate educativo serio, que parta de las evidencias educativas y que integre las diversas aproximaciones y enfoques didácticos buscando optimizar y maximizar el aprendizaje de todos los alumnos. Espero poder plantear en el futuro en algún artículo un esbozo de hacia dónde creo que tendríamos que ir en educación.

Bibliografía:
1. Artículo en 'The conversation': https://theconversation.com/finlands-school-reforms-wont-scrap-subjects-altogether-39328
2. Uno de los artículos afirmando que 'en Finlandia se quitan las asignaturas': https://genial.guru/admiracion-curiosidades/finlandia-se-convertira-en-el-primer-pais-en-cancelar-todas-las-materias-escolares-303710/
3. Dos artículos del blog de Greg Ashman 'Filling the pail':
https://gregashman.wordpress.com/2015/11/19/hattie-on-inquiry-learning/
https://gregashman.wordpress.com/2016/11/07/project-based-learning-that-works/

domingo, 6 de noviembre de 2016

Sobre los deberes escolares...



Llevamos ya unos cuantos días de debate (si se le puede llamar así) sobre los deberes escolares. Todo viene a cuento de la huelga de deberes convocada por la CEAPA para todos los fines de semana de noviembre.


Como en otras ocasiones (ya pasó cuando se emitió el programa de Jesús Cintora 'Malditos deberes'), el tema se está sacando de contexto y se está perdiendo la objetividad necesaria para afrontarlo, cayéndose en el tan manido maniqueísmo educativo: 'los deberes son malos y hay que desterrarlos de las aulas'.

Me gustaría empezar arrojando algo de luz sobre la investigación educativa alrededor de los efectos que tienen los deberes;  hay diversas investigaciones que hay tener en cuenta:

1) John Hattie, en sus metaanálisis, concluye que en educación primaria el efecto que tienen los deberes por lo que respecta al rendimiento académico es leve (d = 0.15) . En secundaria, en cambio, estos tienen un efecto mucho mayor (d = 0.64). Estos datos se pueden consultar en su libro 'Visible learning' o en el siguiente link: http://www.ascd.org/publications/educational-leadership/mar07/vol64/num06/The-Case-For-and-Against-Homework.aspx

2)  Cooper establecía una progresión similar: efectos leves o reducidos en los primeros cursos de primaria que se incrementaban a medida que crecía la edad de los chavales:
Grades 4-6: Effect size = .15 (Percentile gain = 6)
Grades 7-9: Effect size = .31 (Percentile gain = 12)
Grades 4-6: Effect size = .64 (Percentile gain = 24)

A pesar de que el patrón mostraba que los deberes producían efectos reducidos en los cursos inferiores, Cooper lo recomendaba porque:

'los deberes para los niños pequeños deberían ayudarlos a desarrollar buenos hábitos de estudio, promover actitudes positivas hacia la escuela y transmitirles la idea que el aprendizaje conlleva trabajo en casa igual que en el colegio'.

Vemos que los diversos estudios certifican que los deberes tienen efectos importantes y positivos en secundaria y leves en primaria.

Cuando muchos piensan en deberes, se imaginan a un niño que llega por la tarde a casa con 4 libros de texto diferentes: castellano, matemáticas, conocimiento del medio e inglés. El profesor de cada una de esas asignaturas le ha puesto hacer 5 actividades de cada una de la áreas en la libreta copiando el enunciado. Además tiene un pequeño control. Yo también estaría en contra de ese tipo de deberes, pero el que a veces haya excesos no ha de significar que se acaben prohibiendo. 

Estoy a favor de los deberes que sirven para que los niños trabajen y repasen contenidos trabajados en clase y alcancen así la maestría, centrándose en aspectos básicos como la lectura, la escritura, el cálculo, la ortografía... También estoy a favor de tareas que impliquen investigación: el ir a la biblioteca, trabajar un rato con los padres... Y también de las tareas que permiten que poco a poco vayan desarrollando un hábito diario de trabajo y de estudio que les ayudará mucho en secundaria. 

Para conseguir esto es necesaria la coordinación entre los diversos profesores y el pensar bien las tareas que se les encomendarán. Me han parecido muy interesantes las propuestas de Álvaro Bilbao en este artículo: http://www.xn--elcerebrodelnio-crb.com/blog/deberes-si-o-deberes-no-ante-la-rebelion-de-los-deberes-que-dice-la-ciencia/

Más o menos, plantea lo siguiente:
- En infantil no debería de haber deberes. Como mucho, lectura con los padres en los últimos cursos.
- En primaria empezaría a haber de forma progresiva. El criterio de 10 minutos más por curso no me parece mal. 10 minutos en 1º, 20 en 2º...
- En secundaria ya se harían de forma habitual siguiendo el mismo criterio.

En este debate me sorprendió la afirmación de una de las representantes de una de las asociaciones de padres alrededor de las tareas en casa. Las criticó afirmando que son 'fuente de desigualdad'. ¿Hay entonces que prohibirlas? ¿No podrán las familias que puedan ayudar a sus chavales para posibilitar su éxito escolar? Quizás, en vez de enfocar el debate en la crítica a los deberes, debiéramos focalizarnos en cómo ayudar a aquellas familias y alumnos que por su situación y contexto familiar y sociocultural no tienen estas oportunidades: centros de día, soporte escolar, bibliotecas...

Los deberes, pues, son una buena opción, que no podemos dejar de lado. Podemos replantearnos cómo han de ser, qué progresión han de seguir... pero no desterrarlos porque sí de las aulas

Bibliografía:

Blog de Álvaro Bilbao:

Blog de Mar Ferrero:

Artículo de Robert Marzano:
Marzano, R. J., & Pickering, D. J. (2007). The case for and against homework. Educational Leadership, 64, 74-79.

Libro 'Visible Learning', de John Hattie:
John Hattie, “Visible learning. A synthesis of over 800 meta-analyses relating to achievement” (2009)