lunes, 30 de abril de 2018

El valor del libro de texto


Desde hace tiempo quería escribir sobre el valor y la utilidad que tienen los libros de texto. Estos son un gran recurso que ayuda a los alumnos a situarse, a tener un marco claro de referencia y son de mucha utilidad para los profesores.

En primer lugar, la utilización de libros de texto permite trabajar en profundidad el currículum. Estos, al menos en el caso español, son mucho más completos que los currículums vagos que tenemos en los diversos niveles. En ellos trabajan expertos que concretan los contenidos genéricos que acostumbran a aparecer en los currículums competenciales. Sí, hay que desarrollar la competencia de expresión escrita, pero para ello es necesario aprender y dominar contenidos que no se concretan en nuestro currículum, como el dominio de la sintaxis, los diversos géneros literarios, el vocabulario, la ortografía... Lo mismo pasa con la lectura, con las matemáticas, con las ciencias naturales... Es en los libros de texto donde estos se concretan y donde se suele ofrecer abundante práctica, repaso, actividades de evaluación...

Luego, los libros de texto ahorran también trabajo al profesorado. Los maestros no somos creadores o editores de contenido. Hay personas que por sus habilidades serán capaces de desarrollar materiales de cierta calidad, pero la mayoría del profesorado no lo será. En la mayoría de ocasiones, los materiales creados por las editoriales superan a los hechos por el profesorado. El tener un buen material permite al profesor ajustarlo a las necesidades de su grupo, el incidir más o menos en un tema.

Están, en tercer lugar, los alumnos. A los alumnos les ayuda muchísimo saber que tienen un manual, un libro... que pueden consultar para repasar aquel contenido trabajado, para practicar más si ven que tienen alguna dificultad. Aún más, ¡a la mayoría de alumnos les encantan los libros de texto! Todavía recuerdo el trabajo con los manuales de geografía e historia en secundaria, el cómo pasaba páginas para ver qué aprenderíamos en las siguientes lecciones. A los niños les suele encantar completar un libro y empezar uno nuevo.
No solo eso, sino que para ellos el libro de texto es como un 'ancla', que les permite no perderse en el progreso de una asignatura. Es un referente material, que les ayuda a saber dónde están en cada momento y que les ayuda, también a nivel emocional (tanto para bien como para mal), para retener los conocimientos. Desde ese tema de ciencias sobre los animales que les apasiona, al tedioso estudio de las capas geológicas de la tierra.

¿Significa esto que los libros de texto han de ser el único recurso? No. Los profesores noveles seguramente se apoyarán más que aquellos que tengan más experiencia, pero estos se pueden combinar con otros recursos: vídeos, presentaciones, juegos, áudios... el buen profesor adaptará los contenidos y el programa del libro de texto a las características de su grupo y de sus alumnos, buscando maximizar el aprendizaje de todos ellos. Y quizás no hará falta utilizar libro de texto en todas las áreas: educación física, educación plástica... pueden ser algunas de las asignaturas en que no sea necesario y sea mejor una programación propia desarrollada por el equipo de profesores. 

Ahora bien, para valorar el libro de texto, hay que empezar por dar un valor el currículum, y reconocer la función académica de la escuela, de que existen una serie de aprendizajes culturales, científicos... que vale la pena que todos los alumnos sepan y conozcan. En este contexto, el libro de texto es un fantástico invento para organizarlos y secuenciarlos.  En cambio, si se parte de la idea de que cada alumno ha de elegir libremente sus aprendizajes (aquello que le interesa), difícilmente será valorado. La finalidad académica de la escuela es una de las grandes criticadas hoy en día.

No se suele decir en voz alta pero uno de los factores que ha definido el éxito de Finlandia y que ha permitido que siga en los primeros puestos de resultados educativos, ha sido el uso de libros de texto. En Finlandia se siguen de una forma rigurosa y constante que sorprendería aquí en España. Lo mismo pasa con los países asiáticos: China, Singapur, Corea... Son países con currículums claros y definidos en los que se investiga e invierte en el desarrollo de manuales de alta calidad que permitan el aprendizaje de todos los alumnos. ¿Y que tienen? Muchos libros de texto desde las primeras edades (como describe Lucy Crehan en su libro Cleverlands, uno de los siguientes que quiero leer). Quizás deberíamos de aprender de ellos...

sábado, 7 de abril de 2018

La persistencia de los mitos educativos



El otro día me llegó este post de Paul A. Kirschner y Mirjam Neelen. Después de leerlo, además de reírme un poco, concluí que no podía estar más de acuerdo. 

En él, hablan sobre los mitos educativos, y los comparan con los 'zombies' ya que, a su juicio, son aproximaciones a la enseñanza y el aprendizaje que siguen existiendo incluso después de que haya sido demostrado a lo largo del tiempo que no son ciertas. Estos, se convierten en 'enfoques e intervenciones educativas que se van moviendo a través del tiempo y del espacio, son capaces de influenciar el cómo enseñamos, no están basados en el pensamiento racional y se alimentan del aprendizaje humano' (consiguen que los alumnos aprendan menos). Y, especialmente... ¡Es casi imposible erradicarlos!

En este grupo podríamos incluir multitud de ideas algunas de las cuales tienen ya su antigüedad pero que cada cierto tiempo van apareciendo. Por ejemplo, el libro de Bruyckere, Kirschner y Hulshof 'Urban myths about learning and education' es una buena referencia. Podemos citar mitos como:

- Los estilos de aprendizaje (visual, kinestésico, auditivo...)

- La pirámide sobre la efectividad del aprendizaje

- El que, con toda la información en internet al alcance de un clic, el conocimiento ya no es importante

- El que se aprende mejor si descubres las cosas por ti mismo que si te las explican (el aprendizaje por descubrimiento)

- El aprendizaje basado en problemas como estrategia didáctica universal

- El paradigma de las inteligencias múltiples

- La parte izquierda del cerebro es analítica, la derecha es creativa

- El que los conocimientos ya no son importantes y sí lo son, en cambio, las habilidades

- Que la escuela mata la creatividad

- El que la escuela del futuro será una escuela sin asignaturas, aulas, en la que los alumnos decidirán libremente lo que quieren hacer...



Algunas de estas ideas son ya de inicios del siglo XX, de la época de John Dewey. Muchas de ellas han conseguido irse presentando una y otra vez ante la opinión pública con pequeños cambios de nombre, de términos... Y se han vuelto a imponer. Las ideas de la escuela progresista de John Dewey son en gran parte las mismas que guían la reforma educativa Sueca de los años 60, la 'renovación pedagógica' de finales de los 80, la LOGSE española, y las encontramos en muchas de las propuestas que se hacen hoy, en el año 2018.



Kirschner y Neelan citan una serie de causas que para ellos son las que hacen que sea tan difícil acabar con estos mitos:

1. En primer lugar, la función que juegan los mitos en la cultura y la sociedad, como elementos que expresan, dan vigor y codifican las creencias sociales.

2. La sobreabundancia de información. En nuestras sociedad modernas en las que hay en muchas ocasiones una saturación de información tendemos a dar más credibilidad a aquello que nos viene de diversas fuentes.

3. El efecto 'Photoshop'. Kirschner y Neelan lo definen como el hecho de que cualquier autodeclarado experto puede publicar cualquier cosa que quiera. Estos expertos (o charlatanes educativos o expertos charlatanes), convergen en nosotros desde todas las direcciones, a través de cualquier medio, desde todo nicho. Cuando leí esta definición, me puse a reír, porque hay semanas en las que literalmente te sientes así: un programa en La Sexta contra los deberes, el Ara o el País que claman contra los exámenes y las asignaturas, Tonucci cargando contra la parte académica de la escuela, que si Sugata Mitra, que si Eduard Vallory...

El repiqueteo es 'constante y sonante' y se hace difícil, al menos en nuestro país, poder aportar ideas diferentes al debate educativo porque, por ejemplo, en el ámbito político, por lo que se refiere a las ideas de fondo, todos los partidos se dejan llevar por estos mitos educativos. Y la investigación que se hace en alguna universidades no llega al ámbito escolar y del aula.



En este contexto, se hace necesario que aquellos que apuestan por una educación basada en las evidencias, por la práctica reflexiva... hagan pública su apuesta, y que cada vez sean más las voces que apuesten por una práctica educativa basada en la investigación, en la formación, en la experiencia y evitar que estos 'zombies educativos' revivan una y otra vez. Libros como el citado antes de Bruyckere, Kirschner y Hulshof, 'Seven myths about education' de Daisy Christodoulou... pueden ser un buen punto de inicio.

Cada vez hay más investigación, y en las última décadas ha habido ámbitos que han sido estudiados en profundidad: la psicología cognitiva, el cómo aprendemos, el aprendizaje de la lectura, la efectividad de las diversas estrategias didácticas... Están los metaanálisis de John Hattie, hay abundante bibliografía de sistemas educativos comparados. Sabemos cuál es la mejor forma de enseñar a leer y los principales componentes que tener en cuenta, sabemos de la eficacia de la instrucción directa, de la práctica repetida y espaciada, conocemos que el aprendizaje cooperativo con unas condiciones concretas de responsabilidad individual e interdependencia positiva funciona, se ha constatado la importancia de tener currículums claros y paso a paso, conocemos que la metacognición es importante, sabemos del papel fundamental de la memoria... Partamos de aquello que conocemos y difundámoslo.

Referencias:

1. Artículo de Paul A. Kirscher y Mirjam Neelan: 
2. Libros:
- Seven myths about education, de Daisy Christodoulou:
- Urban myts about learning and education, de Bruyckere et al.:

miércoles, 4 de abril de 2018

Lecciones finlandesas: una buena entrevista en El Confidencial al autor de 'Real finnish lessons'



Recomiendo la lectura de esta entrevista al autor del ensayo ‘Real finnish lessons’. Hará cosa de un año pude leer el ensayo y en él explica como los grandes resultados de Finlandia al inicio de las evaluaciones PISA se debieron a su tradición educativa, que se caracterizaba por un currículum claro, completo y exigente en el que se tenía muy claro qué tenían que saber los alumnos en cada año; por una cultura de alfabetización y de lectura muy elevadas; por la intervención temprana e intensiva ante posibles dificultades de aprendizaje del lenguaje, de la lectura, entre otras cosas.

Por contra, Finlandia ha empezado un lento declive desde que ha empezado a modificar su currículum en la línea de Suecia y de países como el nuestro: énfasis en las competencias y ‘soft skills’ (colaboración, pensamiento crítico...), implementación de perspectivas educativas basadas en el trabajo por proyectos o el aprendizaje por descubrimiento, descenso de la lectura...

No digo que las competencias o ‘soft skills’ (colaboración, creatividad, pensamiento crítico...) no sean importantes pero, paradójicamente, para su desarrollo lo mejor es un currículum exigente y basado en el conocimiento. Sin conocimiento no puedes ser creativo o pensar de forma crítica. Cuanto más vago es el currículum y lo que se trabaja en clase más difícil es desarrollar estas habilidades. En este artículo hablé sobre las tan manidas 'habilidades del siglo XXI'. Por su lado, el aprendizaje por proyectos puede tener su sitio, pero para determinadas edades y niveles de maestría y conocimiento, como por ejemplo en el caso de expertos que ya han recibido instrucción a fondo sobre un tema a los que se les pide que apliquen unos conocimientos, o para llevar a cabo un proyecto a final de curso basado en los aprendizajes realizados en las diversas áreas...

Me parece un error que tomemos los cambios que ha hecho Finlandia en los últimos años como referencia. Deberíamos de mirar más a los países asiáticos, a alguno de los bálticos o, sin ir más lejos, a Castilla y León. Y tomar nota de la abundante investigación sobre psicología cognitiva, enseñanza de la lectura... En muchos de estos se lleva a cabo mucha instrucción directa en matemáticas, en los elementos fundamentales de la lectura, los currículums y libros de texto son claros y están muy pautados. Y hacen más cosas, pero no pierden de vista lo fundamental.

¿Es un error optar por la vía finlandesa? El hacerlo de forma literal sin conocer la experiencia sueca, o los efectos de la escuela progresista de Dewey en los EE.UU. y en la Rusia de la primera mitad del siglo XX, sí. Y hay que saber mirar sin dejarse llevar por los cantos de sirena. Un dato, los tan denostados libros de texto en España, han sido siempre, y lo siguen siendo, un elemento fundamental en Finlandia, donde han solido ser de muy buena calidad y los maestros los han seguido de forma muy rigurosa. 


Y aquí una presentación en vídeo, en inglés también, del trabajo:

lunes, 2 de abril de 2018

3 libros sobre educación: 'Hiperniños', 'Elogio de las familias sensatamente imperfectas' y 'El Colapso de la autoridad'



Hace cosa de un año publiqué en este blog una entrada sobre el libro 'Hiperpaternidad', de Eva Millet. En ese libro, la autora desgranaba cómo es esa paternidad sobreprotectora que, desde hace unos años, llevan a cabo algunas familias que no ayuda a los hijos a madurar y los deja sin herramientas para el día a día. El libro me gustó, y me dio ideas para el día a día y el trato con las familias. La paternidad sobreprotectora, el cambio en los estilos de educación familiar, la progresiva pérdida de autoridad en las familias... me parecen que son temas educativos fundamentales que no podemos perder de vista y que tenemos que tener en cuenta. Durante los últimos meses he podido leer 3 libros diferentes que me parece que van en esta línea y que comentaré a continuación: 'Hiperniños', de Eva Millet; 'Elogio de las familias sensatamente imperfectas' de Gregorio Luri y 'El colapso de la autoridad', de Leonard Sax.



El primero de ellos es 'Hiperniños', de Eva Millet, un libro en el que la autora ahonda en los efectos y consecuencias que tiene en los hijos esa crianza sobreprotectora, hiperasistida, agobiante... en la que caen cada vez más padres por querer vivir una 'paternidad perfecta'. Esa 'paternidad perfecta' es imposible y los niños, en el fondo, lo que necesitan es unos padres que vivan menos estresados por los idiomas que hablará su hijo, por las extraescolares que hacen, por si tienen un problema u otro y que vivan una paternidad más relajada con la que atiendan y quieran a sus hijos. 

Así, a lo largo de los capítulos va desgranando los efectos que tiene este tipo de paternidad en primer lugar, en los hijos (niños miedosos, con baja tolerancia a la frustración, que no respetan los límites...),  en la escuela (alumnos a los que los padres les dan siempre la razón, padres que maniobran en las AMPA para imponer las preferencias de sus hijos...). Tiene un interesante capítulo en el que da voz a diversos profesores y acaba explicando diversas habilidades relacionadas con el carácter importantes en educación. Es un libro interesante porque al final de cada capítulo hay un breve resumen, a modo de conclusiones, en el que se recogen las ideas principales.

Me gustaría poner aquí un fragmento del libro en el que la autora cita a Gregorio Luri y que me ha dado que pensar. Es en el marco del comentario de un artículo de Berta González de Vega (a la que vale también la pena seguir) en el diario El Mundo:

De hecho, como apuntaba Gregorio Luri en el texto 'Ahora mismo en España les fomentamos la náusea en lugar del apetito'. Es decir, se enseña a los niños cuándo se tienen que sentir mal y a reivindicar este malestar ante determinadas conductas, pero no se les educa para pasar a la acción y detenerlas. Para reaccionar ante ellas.



Otro libro que va también en esta línea es el último de Gregorio Luri, 'Elogio de las familias sensatamente imperfectas', que insiste en esta idea: en una familia, quererse es siempre más importante que comprenderse, y el niño que crece sabiendo que puede ser querido a pesar de sus imperfecciones, aprenderá a ir limándolas para merecer el amor que recibe. 

En el libro, va desgranando los derechos que tiene todo hijo que forma parte de una 'familia normal y perfecta' (sensatamente imperfecta), entre los cuales destacaría:
- El derecho a distraerse pero no siempre de forma pasiva (con pantallas: TV, tabletas, móviles...) sino con otras cosas: jugar, saltar, correr, montar una cabaña...
- El derecho a disfrutar del silencio, que es algo que hemos perdido. El silencio que permite que te concentres, que leas un buen libro con calma, que pienses sobre algo.
- El derecho a escuchar de tanto en tanto la palabra 'no'.
- El derecho a aceptar que no pueden obtener siempre lo que desean. 
- El saber que se puede disponer de mucha información y ser un ignorante.
- El aprender a utilizar las palabras mágicas; 'por favor', 'gracias', 'perdón', 'confío'. 4 palabras mágicas que, en nuestra sociedad acomodada y de derechos hemos dejado de utilizar. Son la regla básica de la cordialidad.
- El derecho a navegar en alta mar: a que los padres no pierdan de vista que sus hijos están hechos para enfrentarse con éxito a los peligros del mar, no para estar en el puerto aunque sea el lugar más seguro.

Y cita muchos más. Un libro que vale la pena leer.



En último lugar, me gustaría destacar el libro de Leonard Sax 'El colapso de la autoridad'. Sax, desde su perspectiva americana y de médico que ve desfilar por su consulta a innumerables padres y familias, va en la misma línea. Denuncia la transferencia de la autoridad que se ha hecho de los padres a los hijos y al entorno social; la tendencia a que los niños y jóvenes den cada vez más importancia a los amigos, grupos de iguales, redes sociales, modas... y dejen de darla por contra a lo que ven en casa o se les enseña en la familia. 

Esto, como explica, tiene lugar en un contexto en el que los padres se encuentran terriblemente inseguros sobre cuál debe ser su papel. Por miedo a parecer dictadores, terminan abdicando de la autoridad para evitar los enfrentamientos, pero al hacerlo dejan a sus hijos sin referentes y reglas claras sobre lo que está bien o mal. Describe con ejemplos gráficos y reales cómo se concreta esto en el contexto americano (que cada vez es más parecido al de aquí) en diversos ámbitos: el crecimiento de la cultura de la falta de respeto (en casa y en el colegio), el incremento de la obesidad, la sobremedicación y el sobrediagnóstico (de TDAH, Transtornos Negativistas desafiantes...) en niños que lo que sufren realmente es una mala educación, el descenso académico y la fragilidad de las familias...

Del libro, me han gustado especialmente las soluciones que propone:
- Lo primero, enseñar a ser humildes a los hijos, a interesarse por los demás tanto como te interesas por ti mismo, a valorar las cosas, a escuchar de verdad, a compartir cosas... y el ámbito donde se puede aprender esto es en la familia.
- Lo segundo, disfrutar con ellos. Compartir cosas, hacerles valorar la familia y que la vean como lo primero. El ser capaces de jugar a la pelota, de hacer una excursión...
- Lo tercero, darles un sentido de la vida. Creo que no hace falta explicarlo más.
Todo esto en un contexto de recuperación por parte de los padres de esa autoridad bien entendida que es tan necesario que ejerzan. 

En resumen, son 3 libros que me ha parecido que van en la misma línea y cuya lectura recomiendo vivamente a padres, madres, profesores y cualquiera relacionado con el ámbito educativo.