lunes, 11 de febrero de 2019

La confusión en la evaluación



Desde hace unos años vivimos en España, y especialmente en Cataluña, en medio de una deliberada confusión alrededor de la evaluación y de lo que significa evaluar. Como bien se sabe, existen 2 tipos de evaluación: la formativa, que sirve para el aprendizaje y que se hace durante todo el proceso de enseñanza y la calificativa, que se suele hacer al final de proceso y cuyo principal objetivo es el rendir cuentas a nivel social, situando al alumno, a la clase, comparándolos con los demás y objetivando el trabajo que se realiza en la escuela.

A primera vista no debería de ser tan complicado trabajar la mejora de forma paralela tanto de la evaluación formativa como de la calificadora. Pero no; en Cataluña, desde hace unos años se defiende que, para 'el cambio evaluativo', para mejorar la evaluación formativa, lo que hay que hacer es cambiar el sistema de calificaciones. Se mezclan 2 aspectos que, aunque están relacionados, no son lo mismo. ¿Qué tiene que ver el que se cambien los números por 'notas de logro' más generales (AE, AN...) con la evaluación formativa? ¿Realmente nos creemos que cambiando esto mejoraremos la evaluación para el aprendizaje? Lo único que estamos consiguiendo es confundir a los profesores, obligándoles a adaptar un sistema que es poco claro y que, a la larga, llevará a que sea más difícil valorar los resultados de las escuelas de forma objetiva. ¿No se dan cuenta de que para calificar lo más sencillo, como nos ha demostrado la experiencia, es hacerlo del 1 al 10 (o del 0 al 100)?

Es que estamos confundiendo cosas. Para mejorar la evaluación formativa no tenemos que hacer desaparecer la calificativa, o quitar los exámenes finales, o de recuperación. ¿Alguien se imagina que se quitaran los resultados de la Liga de fútbol profesional? ¿Será lo siguiente que para el acceso a una oposición de maestro, a una plaza de registrador de la propiedad... se quiten las notas numéricas? ¿Dejará de valorarse el mérito? ¿Estamos seguros? Cuando en un concurso público se presenten diversos proyectos, ¿realmente se dejará de puntuar para coger el mejor?

Es que la evaluación calificativa es una gran herramienta. Y sí, no todos obtenemos los mismos resultados en ella, pero es beneficiosa. Si ahora me presentara a una carrera de 100 metros lisos o a una oposición de médico pues seguramente no tendría buenos resultados, pero es lo que hay. Y nos irían bien más pruebas de evaluación diagnóstica, generales y numéricas que, en momentos claves de la enseñanza nos dieran registros de resultados: sobre el aprendizaje de la lectoescritura, en el cambio de 3º de primaria a 4º, en el cambio a secundaria, etc.

Y es que la mejora de la evaluación formativa no ha de ir en detrimento de las calificaciones y de las notas. ¿Por qué se contrapone el uso de rúbricas, de cuestionarios de autoevaluación, de cuadernos de reflexión, la evaluación constante del profesor en el aula... al uso de las calificaciones? No hay que oponerlos. Dylam William propone en el libro What does this look like in the classroom? que, de todo el trabajo que hacen los estudiantes:
- El 25% lo corrija el profesor de forma detenida
- A otro 25% le eche un vistazo
- Un 25% lo valoren ellos mismos con el profesor siguiendo el proceso de autoevaluación
- El último 25% sea corregido por parejas



Es una idea, pero como se ve no ha de ir en contra de las calificaciones, que ayudan al alumno, a su familia, a la escuela, a situarse respecto a sus iguales y al contexto sobre hacia dónde ir. Por eso que me preocupe esta progresiva 'ocultación' de las calificaciones y que cada vez se opte más por evaluar habilidades generales que son en muchas ocasiones totalmente subjetivas y difíciles de evaluar como la 'creatividad', la 'colaboración', la 'resiliencia'.... A veces queremos hacer las cosas mucho más difíciles de lo que realmente son.

Tengo la sensación de que, cada vez más, se quiere huir de los resultados reales de los proyectos de mejora, de innovación... por los que se opta. Cuando se opta por un cambio a nivel general tendríamos que valorar el impacto que tiene en el aprendizaje de la lectura, de la escritura, de las matemáticas, de las ciencias... Sin embargo, ¿de cuántos colegios, por ejemplo, de Escola Nova XXI tenemos referencia de sus resultados reales sobre estos aspectos? ¿Cuántos estudios con grupo de control se han hecho para valorar el impacto de las medidas? Esto es algo que tenemos que tener en cuenta.

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