viernes, 19 de junio de 2020

La organización del currículum por asignaturas es importante para el aprendizaje


Photo by Ousa Chea on Unsplash

Una de las cosas que estoy viendo en el ambiente educativo y que me preocupa es que hay grupos como Escola Nova XXI, la Fundació Bofill, etc. que quieren aprovechar el contexto generado por la situación derivada por el confinamiento y por la necesidad de aplicar medidas de protección en las escuelas para intentar que se apliquen medidas de dudosa utilidad por lo que se refiere a sus efectos educativos. Aquí podríamos incluir desde las propuestas de digitalizar de forma masiva las aulas a las que dicen que hay que acabar con la agrupación por edades, la desaparición de las asignaturas y de las disciplinas académicas.



Hoy me gustaría empezar comentando este tuit de Ismael Palacín, de la Fundació Bofill, que es la que marca en gran parte las políticas del Departament d'Educació en Cataluña. Palacín, en el contexto de un programa sobre los efectos de la COVID en la educación y las perspectivas de futuro en la escuela afirmaba lo siguiente:

"Los grupos estables son una oportunidad de superar el academicismo, de romper la compartimentación por materias y de centrarse en el alumno. El aprendizaje híbrido (digital/presencial) obliga a repensar el tiempo en la escuela"

Esta forma de pensar, me preocupa. Y me preocupa, en primer lugar esta crítica constante a la organización del conocimiento escolar por materias. Repito, y lo haré las veces que haga falta, que la organización por materias es la mejor forma de organizar el currículum y de secuenciar los aprendizajes que han de hacer los alumnos. Las diversas disciplinas tienen una gnoseología y una forma de trabajar que son diferentes: no es igual el aprendizaje de las matemáticas que el de la historia o el de la lengua extranjera, aunque se puedan establecer conexiones entre ellos (que ya se hacen si se trabaja por disciplinas). Para la mayoría del alumnado, la organización del conocimiento por asignaturas es lo que les facilita más poder conseguir el aprendizaje. ¿A qué se refiere con 'academicismo'? ¿Es algo malo creer que las materias sirven para organizar bien el aprendizaje? No solo eso, desde mi punto de vista, si tenemos en cuenta cómo aprendemos, son la forma de organizar el currículum que está más centrada en el alumno, porque tiene en cuenta lo que nos dice la psicología cognitiva sobre cómo es el aprendizaje para los aprendices noveles, para los que no son expertos en un tema.

¿No se dan cuenta de que, si se mezclan todas las materias para pasar a un modelo basado en el 'aprendizaje por proyectos', puede pasar lo mismo que pasa cuando se quiere hacer materias CLIL, en una lengua diferente a la materna del alumno? En este contexto, los alumnos que, por ejemplo, tienen que estudiar una asignatura en inglés, si no tienen las habilidades lingüísticas necesarias en esa lengua, se ven incapaces de llegar al contenido. Al final, a los únicos que les sirve la materia CLIL realmente es a aquellos que tienen un alto nivel de competencia lingüística con el cual pueden acceder a los aprendizajes de la materia y, además practicar la lengua extranjera. En un proyecto, los alumnos con dificultades son los que tienen más dificultades para adquirir y sistematizar los diversos aprendizajes, ya que seguramente les faltan los esquemas cognitivos y conceptuales necesarios para moverse en un contexto complejo.

No estoy diciendo que no haya que hacer proyectos, no. Los proyectos y situaciones reales son una buena herramienta para los aprendices expertos, que ya dominan un tema, y pueden plantearse de forma integrada en la escuela al final de una secuencia de enseñanza-aprendizaje (dos horas a la semana en las que se trabajen los aprendizajes previos, unos días al final de mes o trimestre...), pero habitualmente no deberá de ser de forma generalizada, especialmente en los cursos inferiores.

Para más inri, el mismo Ismael Palacín decía después:

"Durante el verano los alumnos vulnerables tienen un retroceso en competencias escolares de entre 2 y 3 meses. Este año podría ser el doble."

En esto estoy de acuerdo con él, el verano genera importantes vacíos en el aprendizaje y, después de varios meses de docencia más presencial, aún más. Pero, lo que no entiendo es que la primera propuesta que hace puede generar en los alumnos ese mismo vacío cognitivo y ese retroceso en competencias escolares que comenta. ¿Por qué quieren debilitar la enseñanza presencial y obligatoria cuando es, precisamente, el único soporte para los alumnos vulnerables? Los alumnos que no tienen dificultades, conseguirán aprender seguramente igual de bien en un contexto organizado por asignaturas que en uno que sea por proyectos, y en una situación de confinamiento el contexto sociocultural familiar seguramente paliarán los posibles déficits en el aprendizaje, pero hay todo un grupo de alumnos que no dispondrán de esto.

Quiero volver a insistir en las ideas iniciales: una escuela que defiende la transmisión, en la que se usan métodos didácticos directivos como la instrucción directa o que tiene muy clara la organización por asignaturas y disciplinas académicas es, también, una escuela centrada en el alumno. 

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