viernes, 19 de octubre de 2018

El reto de aprender a escribir


Uno de los grandes retos que tenemos en la escuela es la enseñanza de la escritura. Esta es quizás una de las habilidades más complejas que enseñar, por la cantidad de elementos que influyen en ella y que hay que tener en cuenta: la caligrafía, el conocimiento gramátical y sintáctico, el vocabulario, la ortografía...

Muchas veces la aproximación que tomamos a la enseñanza de la escritura se fija tan solo en aquellos alumnos que ya son competentes y se basa en la escritura creativa, en el buscar inspirar, motivar... Todos estos son elementos fundamentales, pero no podemos perder de vista que gran parte de nuestros alumnos no tienen el conocimiento mínimo que les permita escribir bien. Para aprender a escribir bien no es suficiente con decir a los alumnos: "Ahora, escribid un cuento" o "Escribidme una descripción". Hay que trabajar muchos más aspectos. Personalmente, una de las cosas que he visto escribiendo el blog es que no es nada fácil, y en muchas ocasiones me pasa que, cuando me releo algo de lo que he escrito me doy cuenta de que me he equivocado con alguna estructura gramatical, con un tiempo verbal, etc.

Otro cuestión que deberíamos plantearnos es la siguiente: ¿Cuántos profesores escriben habitualmente? Si no experimentamos la complejidad de escribir un texto, ¿cómo podemos enseñar esta habilidad? Pensémoslo, porque quizás es una de las habilidades que tendríamos que trabajar para mejorar.

Hace unos días, la bloguera 'The Quirky Teacher' recogió en su blog los ingredientes fundamentales que tendríamos que tener en cuenta para conseguir escritores creativos. ¿Qué es lo que hace a un escritor creativo?


  • Saber construir frases decentes y tener fluidez en el uso de este conocimiento (básicamente, no tener que pensar sobre ello).
  • Conocer las reglas de ortografía, gramática y puntuación y tener fluidez en su uso (sin que haga falta tampoco pensar sobre ellas).
  • Conocer muchas historias (tipos de personajes, argumentos, situaciones) y tener fluidez en su uso.
  • Tener un conocimiento abundante sobre el mundo y tener la capacidad de utilizar este conocimiento para añadir detalle.
  • Disfrutar del conocimiento de un amplio abanico de palabras, frases y formas de decir y tener fluidez en su uso.
  • Tener una buena caligrafía, que sea limpia y leíble, y que se haya practicado hasta conseguir fluidez.
  • Fluidez lectora para comprobar y corregir el propio trabajo,
  • La posesión del hábito de ser capaz de concentrarse durante un tiempo sin distraerse.
  • El hábito de planificar y revisar de una forma sistemática.
  • La capacidad de pensar sobre el lector más que sobre uno mismo.
  • Unido a todo lo comentado, recibir alabanza y reconocimiento por producir una buena historia de forma que te veas motivado a escribir aun más.
Como se ve, los elementos que hay que dominar para escribir bien son muchos y diversos. ¿Los tenemos en cuenta? ¿Los enseñamos de forma sistemática? Solo así seremos capaces de enseñar y dar a conocer a nuestros alumnos el arte de escribir.

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