sábado, 25 de agosto de 2018

Tradición y progreso en educación (XXI): La metacognición, el conocimiento y el pensamiento



Entendemos como 'metacognición', la reflexión sobre el conocimiento y sobre el cómo pensamos... ¿Es esta algo importante y valioso por lo que haya que optar en nuestras aulas? Sin lugar a dudas, el trabajo de la metacognición y el desarrollo del pensamiento crítico son elementos que están hoy en día de moda. Constantemente se nos insiste en el pensamiento crítico como una habilidad fundamental del siglo XXI, en la importancia de que los alumnos sean buenos pensadores... ¿Pero, que hay de cierto en todo esto?

John Hattie, en su libro 'Visible Learning', sitúa la metacognición y las estrategias de autoregulación entre las acciones por las que puede optar el maestro con un efecto notable, de alrededor de 0.60.  Podríamos incluir también en este grupo de estrategias metacognitivas otras como el 'andamiaje' (scaffolding en inglés, el orientar y dar soporte a los alumnos en cada uno de los pasos del proceso de aprendizaje), con un 0.82, el 'feedback' (dar a los alumnos un retorno sobre el proceso de aprendizaje: cómo lo han hecho, qué tienen que mejorar...), con un 0,70 y algunas más.

Como se ve, son unas estrategias que, por sus efectos, posiblemente valga la pena utilizar en el aula, ya que están al nivel de otras de reconocida valía como la instrucción directa (que tiene un 0.60). Sin embargo, me parece que se tienden a aplicar sin la reflexión necesaria sobre la práctica para que salga bien. ¿Por qué? Porque para llegar a un aprendizaje profundo, para conseguir que nuestros alumnos aprendan a pensar bien... el primer paso fundamental es que tengan los conocimientos básicos, y muchas veces se oponen el aprendizaje de los elementos básicos (datos, conceptos, procedimientos) y el pensamiento crítico.

Como hemos comentado en otras ocasiones, la memoria a largo plazo es la base de todo el aprendizaje, porque solo lo que queda en ella se ha aprendido y es la base para desarrollar nuevos aprendizajes. En este sentido, es importante tener en cuenta los diversos niveles de profundidad del conocimiento: desde el primero, que se basa en el simple recordar, al último, que se basa en la aplicación a nuevos contextos, en la reflexión sobre ellos, de los conocimientos aprendidos. En este sentido me parecen muy interesantes los diversos desarrollos de los distintos niveles de profundidad del conocimiento de Webb, que ya comenté en alguna otra ocasión en el blog:





Cada uno de estos niveles del conocimiento es importante que lo tengamos en cuenta, sin querer ir demasiado rápido e ir directamente al último. Sin un dominio y un conocimiento de los esquemas conceptuales básicos no conseguiremos que nuestros alumnos lleguen a profundizar. Toda secuencia didáctica ha de permitir que el alumno vaya progresando en el dominio de la materia. Empezaremos con las habilidades básicas, conocimientos y conceptos fundamentales: vocabulario, fechas, fórmulas..., trabajando al principio la memorización, la comprensión. Y acabaremos con las habilidades complejas: pensamiento crítico, comparación, creatividad, resolución de problemas. Claro que no nos quedaremos en el nivel más básico, pero para llegar a las habilidades últimas, pasaremos por los diferentes niveles, permitiendo que los alumnos elaboren sus esquemas conceptuales.

Y el problema es que muchas veces nos saltamos los primeros pasos porque queremos llegar directamente al último. Por ejemplo, si queremos que nuestros alumnos comparen las 2 guerras mundiales, y que establezcan similutudes y diferencias, o que escriban un texto creativo imaginando que habría pasado de no haberse tomado determinada decisión... el primer paso fundamental será que las conozcan bien: las causas, cómo fue su desarrollo, las consecuencias... Los alumnos serán capaces de elaborar una buena respuesta, de reflexionar de forma crítica... solo si tienen los conocimientos previos fundamentales sobre los cuales pensar. Y los tienen que tener en su memoria a largo plazo. Si han de comparar 2 elementos complejos a partir simplemente de la información que hay en internet, lo tendrán muy difícil. Pongamos que les pidiéramos comparar la Guerra de Sucesión Española y la Guerra de los 30 años sin saber nada de ellas. ¿Serían capaces? ¿Serían significativas sus conclusiones sobre el contexto histórico?

De ahí que sea absurdo afirmar como hacen algunos que el conocimiento de datos, conceptos... es irrelevante porque puede buscarse todo en internet. No. Internet es una gran fuente de información que hay que saber utilizar, y un aprendiz experto podrá utilizarla de forma efectiva, pero para que los alumnos puedan pensar de forma crítica, profunda y significativa sobre las cosas es necesario primero que las conozcan y que tengan una estructura conceptual en su memoria a largo plazo que se lo permita. ¿Cuál es el mejor modo de desarrollar el pensamiento reflexivo, crítico y de orden superior? Empezar trabajando el conocimiento básico. Luego pasremos al pensamiento más complejo y elaborado.

Luego está otra cuestión, que es la de la transferencia. No existen habilidades de pensamiento generales, que se puedan transferir de un área a otra y se enseñen de forma general (como comenté en este artículo). ¿Por qué? Porque el pensamiento sobre un área está estrechamente vinculado a esa misma área de conocimiento. Uno puede ser experto en el ámbito de la historia y ser capaz de comparar, relacionar.. hechos de diversas épocas, pero eso no le hará capaz de pensar de forma crítica sobre física nuclear si no tiene los conocimientos mínimos necesarios. Se pueden conocer de forma general las estructuras generales qué pasos hay que seguir para comparar dos conceptos, o para escribir una argumentación defendiendo una postura, o para debatir... pero la habilidad de pensar de forma crítica y sobre lo aprendido acaba dependiendo, en el fondo, de lo que conocemos y de nuestras estructuras conceptuales de conocimiento.

Para concluir, ¿es bueno trabajar el pensamiento crítico, la metacognición? Sí, ya que es el paso siguiente a cuando se tienen los conocimientos básicos y los conceptos sobre un tema, pasando a profundizar sobre lo aprendido. Pero este trabajo hay que incluirlo en el momento adecuado de la secuencia didáctica, una vez alcanzado el aprendizaje de los datos, conceptos, procedimientos... básicos que son la base para llegar a los niveles de dominio superiores.

1 comentario:

Biolías dijo...

Como siempre, concreto y argumentado. Una píldora contra el pensamiento único.