domingo, 16 de enero de 2022

Los estilos de aprendizaje son un mito, por lo tanto, ¿qué es lo cierto?

Recojo hoy en el blog la traducción de otro interesante post del blog británico InnerDrive sobre el mito de los estilos de aprendizaje y técnicas basadas en la evidencia que pueden utilizarse en su lugar. Me ha parecido interesante traducirlo para profundizar en esta cuestión, presente también en España. El post original de InnerDrive, aquí.

Photo by Jeswin Thomas on Unsplash

Los estilos de aprendizaje son un mito, por lo tanto, ¿qué es lo cierto?

Independientemente de la cantidad de tiempo que te hayas dedicado a la educación, probablemente habrás oído sobre la idea de que algunos alumnos aprender mejor con información visual, otros a través de explicaciones, otros con actividades prácticas. Durante las últimas décadas, la idea de que las personas tenemos un "estilo de aprendizaje" y que tenemos que ser enseñados de una forma que encaje con este estilo se ha vuelto realmente popular. En 2012, una investigación planteaba que el 93% de los profesores del Reino Unido creía en los estilos de aprendizaje.

Sin embargo, entre la comunidad científica, esta idea hace tiempo que se considera un mito. Un amplio rango de estudios e investigaciones ha encontrado una evidencia muy débil a la teoría de los "estilos de aprendizaje". E incluso se apunta al hecho de que usar los estilos de aprendizaje para enseñar en el colegio podría tener un impacto negativo en el aprendizaje.

A pesar de la evidencia que se acumula en contra de los estilos de aprendizaje, nuevas investigaciones muestran que son muchas las personas, incluidas algunas que trabajan en educación, que todavía creen en el poder los estilos de aprendizaje.

Valoremos de más de cerca esta investigación.

Qué dice la investigación

Esta revisión publicada recientemente de estudios revisados entre 2009 y 2020 se centró en las creencias de los profesores y formadores de profesores. La revisión encontró que de más de 15.000 educadores de todo el mundo, el 89,1% pensaba que las personas aprendían mejor cuando eran enseñados según su estilo de aprendizaje.

Todavía más, cuando la revisión valoró estudios que medían el uso actual de estilos de aprendizaje, encontró que el 79,7% de los educadores habían utilizado o pretendían utilizar los estilos de aprendizaje en su enseñanza. Planteado de forma clara: el mito de los estilos de aprendizaje no ha desaparecido.

Otros mitos del aprendizaje

Además del mito de los estilos de aprendizaje, el sector educativo no es ajeno a los neuromitos.

Existe, por ejemplo, el mito de que solo usamos el 10% de nuestros cerebros. Esto es completamente falso, y no es respaldado por ningún científico. Luego está la idea de que las personas tenemos un hemisferio dominante: el izquierdo o el derecho, siendo los primeros racionales y objetivos, teniendo más facilidad para asignaturas como las matemáticas y la física, y siendo los segundos intuitivos y creativos, más talentosos en áreas como la lengua y las artes. De hecho, ninguno de los hemisferios es él exclusivamente el responsable de un tipo de personalidad o de los talentos de una persona. Y existe también el mito de que jugar a juegos de inteligencia te hace más listo, a pesar de que no existe ninguna evidencia de que los juegos de inteligencia mejoren las funciones cognitivas en adultos sanos.

¿Qué significa todo esto?

Mientras algunas personas afirman que no podemos saber todavía de forma segura que los estilos de aprendizaje no existen, una cantidad aplastante de evidencia apunta en la dirección contraria. Existen investigaciones que apuntan en la dirección de que la enseñanza vinculada al estilo de aprendizaje de cada alumno no solo no mejora este aprendizaje, sino que puede ser perjudicial.

Esto es porque lleva a gastar tiempo, esfuerzo y recursos económicos en una práctica didáctica inefectiva. Otros estudios apuntan a que hay alumnos que es posible que tengan una serie de 'preferencias de aprendizaje' sobre la manera según la cual les gusta ser enseñados - pero aquello que preferimos no es necesariamente aquello que nos va mejor. Es parecido al hecho de que son muchos los estudiantes que prefieren repasar a través de la relectura y el subrayado, dos técnicas que han demostrado ser inefectivas para la revisión. En cualquier caso, hay diferencias entre las preferencias de aprendizaje y los estilos de aprendizaje.

Por lo tanto, los investigadores están preocupados por las creencias aparentes de muchos profesores y su confianza en los estilos de aprendizaje. Dado que la enseñanza ajustada al estilo preferido tiene poco soporte e incluso puede ser negativa, los profesores debieran quizás utilizar otras técnicas didácticas que sean más de fiar. Algunas de estas son:

- Práctica de recuerdo: esto es cualquier práctica que lleva a los alumnos a generar respuestas a preguntas, desde quizzes a pequeños controles. Ha sido demostrado de forma consistente que ayuda a los alumnos a recordar la información y a mejorar su éxito académico. Es más efectivo en un contexto informal, separado de los exámenes en los que los alumnos tengan presión y se jueguen una calificación.

- Práctica espaciada e intercalada: espaciar significa que los alumnos trabajan los conocimientos objeto de aprendizaje de forma habitual y en pequeñas dosis, asegurándose de que se vuelven a repasar los temas. Mientras tanto, intercalar implica mezclar el orden en el cual los temas son estudiados, o mezclando los tipos de actividades que hacen los alumnos, antes que hacer todo en un orden lineal. La investigación muestra que ambos métodos mejoran la retención en la memoria y el éxito.

- Codificación dual: esto implica utilizar a la vez información visual y escrita cuando se enseña y se aprenden. En otras palabras, combinar palabras y dibujos. Otra vez, la evidencia demuestra que esto potencia la retención en la memoria y la evocación. Por lo tanto, utilizar ayudas visuales combinadas con información escrita u oral puede ser de ayuda para cualquiera, no solo para los "aprendices visuales".

Pensamientos finales

Ciertamente, es preocupante que neuromitos como los de los estilos de aprendizaje sigan penetrando en la comunidad educativa. Tendríamos que urgir a los profesores a prestar atención a otras estrategias de enseñanza, con una evidencia más fuerte y fiables. Creemos que se puede confiar, por ejemplo, en el uso de la práctica de recuerdo, las prácticas espaciada e intercalada y la codificación dual.


domingo, 9 de enero de 2022

¿Hay que buscar siempre la comprensión profunda, o basta con que nuestros alumnos 'conozcan'? Interesante artículo de Kirschner y Neelen

Photo by Joshua Hoehne on Unsplash

El otro día leí un interesante artículo de Paul A. Kirschner y Mirjam Neelen sobre una cuestión a la cual le he dado vueltas en diversas ocasiones en los últimos tiempos. ¿Qué hay que priorizar, la comprensión profunda de los conceptos o basta con el conocimiento de reglas y conceptos básicos en algunos casos? He estado dando vueltas a este tema porque existe una tendencia muy marcada, por ejemplo en matemáticas, a que los diversos métodos prioricen la comprensión profunda de los conceptos por encima del aprendizaje de lo que en inglés se conoce como 'math facts': conceptos básicos. Bastar con ver por donde van la mayor parte de propuestas didácticas de matemáticas, y la gran mayoría van en esta línea. No solo eso, sino que se suele criticar el aprendizaje de estos conceptos básicos si no se parte de la comprensión de los procesos que hay detrás.

Desde hace un tiempo, he visto que algo no me encajaba en esta visión. He podido utilizar y valorar en el aula diversas propuestas matemáticas que lo que hacen es 'primar la comprensión'. Es cierto que muchos alumnos aprenden y disfrutan con estas propuestas, pero también me he encontrado con numerosos alumnos que se perdían en ellas, que no llegaban a comprender esos procesos y que, al no comprenderlos, se iban quedando atrás. En cambio, les explicaba uno de esos procesos resumidos, sin profundizar en el de donde viene, el porqué de los pasos... y aprendían a resolver ese problema o esa operación.

A lo largo del artículo, Kirschner y Neelen ponen diversos ejemplos. Para saber calcular el área de una circunferencia y usarla en un problema, ¿es necesario conocer cómo los matemáticos llegaron al valor del número pi y su relación con la circunferencia? O en otro orden: ¿para saber dividir y utilizar el algoritmo de la división, es necesario comprender todos los pasos y procesos que hay detrás del algoritmo?

La reflexión que llevan a cabo, me parece muy pertinente y acertada. No estoy diciendo que no sea importante la comprensión. Es fundamental, y tiene que ser una de nuestras prioridades en matemáticas, ciencias, lengua... Pero no siempre será así. Habrá veces que conocer un proceso, o un concepto básico será suficiente, bien porque no tenemos tiempo para que todos lleguen a esa comprensión, bien porque a ese alumno le irá mejor aprender primero la mecánica de un proceso que quizás no acaba de entender (como la división) o un concepto básico (como la fórmula de un área) y posteriormente, una vez dominado ese conocimiento, ya llegará a la comprensión.

Hablando desde la experiencia personal, en matemáticas, ciencias, lenguas ha habido muchos conceptos que, en un inicio no comprendí en todas su profundidad. Aprendí un proceso mecánico en matemáticas, unas fórmulas en química o unas estructuras gramaticales en inglés las cuales, con el tiempo llegué a comprender. Tengo la sensación de que a veces los alumnos con más dificultades son los que se pierden cuando se incide en exceso en la comprensión y no se les ofrece la posibilidad de aprender primero la mecánica de la suma, de la resta o de la división. 

Ojo, pues, con las propuestas, especialmente en matemáticas y en ciencias, que parten de la creencia de que a la hora de aprender y de enseñar hay que buscar siempre primero la comprensión de la teoría y de los conceptos antes que aprender la mecánica. Antes bien, como afirman Kirschner y Neelan, deberíamos de preguntarnos siempre: esta cuestión, ¿es necesario que la comprendan en profundidad o basta con que la conozcan? En ocasiones, bastará con que la conozcan.

Artículo de Paul A. Kirschner y Mirjam Neelen:

https://3starlearningexperiences.wordpress.com/2022/01/06/sometimes-just-knowing-is-enough/

martes, 4 de enero de 2022

5 formas de llevar cabo la práctica de recuerdo diaria

Photo by Ben Mullins on Unsplash

El británico Tom Sherrington tiene el interesante blog 'teacherhead' además de haber escrito libros como 'The learning rainforest'. Profesor y director de colegio durante más de 30 años, está publicando una serie de artículos breves que titula '5 formas de' en los cuales plantea de forma resumida estrategias para utilizar la práctica de recuerdo, comprobar la comprensión, desarrollar la fluidez, sostener la atención... Me han parecido posts muy interesantes que valía la pena traducir al castellano, tanto por interés personal (ya que son estrategias que pueden usarse directamente en el aula), como para facilitar su difusión. Este es uno de los primeros.

Artículo original: 'Five ways to: Do Daily Review'

5 formas de llevar cabo la práctica de recuerdo diaria

Se ha convertido en una práctica habitual de los profesores el empezar la clase con algún tipo de actividad de práctica de recuerdo. Esta es una gran idea, de sentido común. Conviene empezar la clase repasando lo trabajando en la última, de manera que el conocimiento y habilidades adquiridos hace poco se activen y, de esta forma, se refuercen las conexiones cognitivas que empieza a haber. Las rutinas alrededor de esto están influenciadas por el concepto del 'Hazlo ahora' (Do now) de Enseña como un campeón, y el más antiguo 'Lesson starter' o la revisión diaria de Rosenshine que aparece en sus principios sobre la instrucción.

Sea cual sea su origen, es bueno tener un amplio abanico de recursos y rutinas a través de los cuales los alumnos sean capaces de repasar lo trabajado en clases anteriores de modo rápido y sencillo y revisen así su conocimiento de maneras diversas, construyendo múltiples conexiones. Existe el peligro de que si el repaso diario es rígido y repetitivo, no desarrollen formas diversas de comprobar su conocimiento y tiendan a ser menos flexibles cognitivamente, lo que resultaría en un conocimiento más frágil. Aquí tenéis 5 formas de llevar a cabo el repaso diario, las cuales pueden mezclarse, para explorar, repasar y revisar lo que saben los alumnos:

Hablar con un compañero (pair share): repaso y comprobación

Para mí, esta es la manera más simple y directa de llevar a cabo el repaso diario. Pide a los alumnos que recuerden qué trabajaron en la clase anterior, lo escriban y comparen después sus notas con las de su compañero. Se usa la estructura: pensar - buscar un compañero - compartir, en la que se deja un tiempo específico para pensar de forma individual, antes de la parte de compartir.

La pregunta que se puede plantear puede ser:
- Resume los puntos esenciales de aprendizaje de ayer en tres frases.
- Imagina que tu compañero estuvo ausente ayer. ¿Qué le explicarías sobre lo que aprendimos?
- Recuerda la explicación del concepto clave que introdujimos en la última clase.

La rutina es entonces seleccionar a los que responden aleatoriamente ('cold calling': método de seleccionar los que responden una pregunta que es al azar, sin voluntarios, de forma que todos sepan que les podemos preguntar, lo que genera que todos estén activos). Los estudiantes conocen la rutina, por lo que se involucran en las discusiones. Recoge algunas respuestas, recapitula y explica posibles lagunas que haya en el aprendizaje. Puedes coger todas las respuestas o enseñar lo que tendrían que hacer contestado, para dar así a los alumnos una referencia de autoevaluación. El valor de este método es que activa el conocimiento de manera general, y los alumnos exploran y complementan sus esquemas cognitivos.

Pruebas. Test y comprobación.

La realización de pruebas y quizzes parece un elemento obvio que sugerir, pero es demasiado fácil quedarse atascado en una rutina repetitiva que consista en llevar a cabo en cada clase todos los días de la semana un quiz del mismo estilo, excepto si se busca de forma explícita el crear variedad en las pruebas usadas. Existen diversos tipos de quiz que tienen diferentes rutinas y beneficios.

- Board quiz: en ellos las preguntas están en la pizarra, y los alumnos contestan las preguntas que se les plantean a su ritmo. Al acabar, el profesor muestra las respuestas a los alumnos para que se autocorrijan o comprueben las de un compañero.
- Paired quiz: en ellos el alumno 'A' tiene el contenido o recurso, y realiza preguntas a su compañero. Se revisan las respuestas. Luego se cambian los papeles. Decidir las preguntas es una parte del proceso de revisión.
- Self quiz: a los alumnos se les dan recursos como 'flashcards', diagramas en los que los conceptos no están conectados... y están diversos minutos preguntándose a ellos mismos, comprobando su conocimiento y corrigiendo errores.

En los 3 casos, todos los alumnos están involucrados en la verificación de lo que saben y de lo que han olvidado, y el profesor puede centrarse en los errores más comunes.

Quizzes de opción múltiple para comprobar la comprensión

Establecer un pequeño número de preguntas de opción múltiple basadas en el material más reciente tiene numerosas ventajas:
- En primer lugar, tienes la opción de usarlo como un pequeño test o utilizar minipizarras (o los dedos) para recibir respuestas rápidas de la clase, valorando de forma rápida cuántos dominan el material y cuantos no.
- En segundo lugar, puedes diseñar preguntas diagnósticas las respuestas incorrectas de las cuales sirvan para dirigirse a errores de comprensión más habituales.
- Finalmente, se pueden utilizar diversos estilos de pregunta que hagan pensar a los alumnos de formas diversas.

Un fantástico ejemplo de esto es el site de Craig Barton de preguntas diagnósticas.

Escribir un párrafo

He visto utilizar esta estrategia de modo magistral en KS3 en clases de Historia, Geografía e Inglés. La tarea sirve para activar conocimientos adquiridos recientemente, pidiendo que los escriban en párrafos cortos y revisables. Esto puede hacerse de forma estructurada o más abierta, en función de la confianza y dominio de los alumnos:

- Escribe un párrafo sobre el último capítulo de 'Rebelión en la granja' ('Animal Farm', de George Orwell) que incluya estas palabras: distopía, tirano, propaganda, chivo expiatorio
- Escribe un párrafo que resuma el impacto del terremoto que tuvo lugar en el valle de Katmandú

Los alumnos pueden compartir sus párrafos a través de una estrategia en la que se les pida enseñarlos cuando se les requiera o bien que el profesor elija las mejores respuestas mientras circula por la clase y las comparta con un visualizador o leyéndolos en voz alta.

Resolver problemas familiares

Otra tarea simple y obvia para facilitar el recuerdo es plantear una pregunta o tarea usando ideas que se trabajaron en la lección previa.

- Baterías de problemas: se plantean una serie de preguntas, por ejemplo en la pizarra, que son exactamente sobre lo que se trabajó en el día anterior, de forma que los alumnos pueden revisar de forma rápida si las saben resolver y constatar qué saben o no.
- Problemas abiertos: se plantean preguntas más abiertas como por ejemplo 'Busca todos los datos que falten en esta figura geométrica: ángulos, medidas...'. O: 'Lee este pasaje de ayer y escribe sobre los rasgos del lenguaje utilizados (como hicimos ayer)'.

Entonces, muestra y discute la respuestas, revisando una muestra de las soluciones de los alumnos, dándoles soporte para que comparen su trabajo con tus respuestas más elaboradas y definitivas.

Imagen de Tom Sherrington