martes, 31 de julio de 2018

Tradición y progreso en educación (XVIII): La respuesta al Informe Plowden




Como comentamos en el último post, al Informe Plowden le sucedió una significativa crítica, y cabría destacar la del filósofo de la educación R. S. Peters. Este publicó en 1.969 una colección de ensayos titulada 'Perspectives on Plowden'. Peter se centró en demostrar de forma concluyente que el llamamiento del Informe Plowden a la 'revolución' no estaba prácticamente basado en ninguna evidencia. Escribía:

"Hablar de 'desarrollo', de la misma forma que hacerlo de 'necesidades' del alumno, es habitualmente una forma de vestir nuestros juicios de valor personales con una apariencia semicientífica"

Y apuntaba:

"La doctrina de la autonomía del alumno... está casi completamente basada más en la intuición del maestro que en la evidencia objetiva"

Desafortunadamente, muchos profesores que nunca leyeron el Informe pero que sentían una simpatía intutitiva con sus conclusiones, asumieron que contenía una evidencia indiscutible en favor de una escuela primaria informal. En realidad, fue una importante síntesis de una creencia asumida de forma general camuflada con el lenguaje de la ciencia objetiva.


20 años después de su publicación, el secretario de la Comisión Plowden, Maurice Kogan, se hacía eco de este veredicto. Kogan había sido un precoz empleado público, y perdió su idealismo sobre la educación progresista parece que después de enviar a sus hijos a una y de ser el director de la notoriamente pobre Islington Green Comprehensive. En 1.987, Kogan reconocía que donde la evidencia no encajaba con sus presupuestos liberales, la Comisión Plowden se dejaba guiar por su 'instinto o intuiciones profesionales'. Concluía que los métodos progresistas no habían sido bien implantados en muchas escuelas británicas.

Robert Peal destaca que este informe supuso un hito destacatable en la fe de la sociedad británica en la bondad natural del alumno. Con poco aprecio por la evidencia, recogió el liberalismo romántico de los 60 en un documento que tuvo un gran impacto. De forma remarcable para un informe del gobierno, vendió 68.000 copias en su primer año y 117.000 a partir de entonces. Contribuyó de forma decisiva a acelerar la 'revolución' en la escuela primaria inglesa que estaba teniendo lugar desde después de la guerra.

Esta parte del libro me ha parecido interesante, porque ejemplifica perfectamente otro aspecto en el que solemos caer en educación. Cuando vemos que la realidad no encaja con lo alto de nuestros ideales e intenciones, acostumbramos a dejar de lado la evidencia, y a negar incluso la misma realidad. Este es un peligro por el cual nos podemos dejar llevar todos, ya que no siempre lo que parece más evidente es cierto. Pongamos el ejemplo de una práctica muy habitual en las escuelas: la lectura en voz alta por turnos. Esta es una de las prácticas menos efectivas para el desarrollo de la lectura y su fluidez, pero sin embargo está asumida de forma general y son dejadas de lado otras estrategias como las parejas lectoras, la lectura en voz alta por parte del maestro, las lecturas repetidas, la lectura individual... que sí lo están.

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