martes, 11 de septiembre de 2018

Tradición y progreso en educación (XXV): Sobre las últimas declaraciones de la ministra Celaá




La semana pasada la portavoz del gobierno socialista y ministra de educación, Isabel Celaá, realizó dos declaraciones que me parece interesante comentar: una sobre el currículum educativo y la otra sobre el uso de los móviles.

Me gustaría empezar por la primera. Sobre el currículum, afirmó:

"El desafío de la educación en 2018 no es aumentar aquellos contenidos cuyo aprendizaje es memorístico, para ello ya tenemos Google y las redes. Queremos incorporar elementos que requieran al alumnado un proceso de aprendizaje para hacer significado, una escuela más flexible, moderna, que sepa hacer que el estudiante aprenda aprendiendo, a tener destrezas y desarrollarse en el mundo en el que le va a tocar vivir, distinto de aquel en el que está aprendiendo. Hacer clases más prácticas y conectadas con la vida real, que son, en definitiva, los requerimientos que muchas veces establece Pisa."

Son declaraciones ciertamente preocupantes, porque: ¿Existe algún tipo de contenido cuyo aprendizaje no sea memorístico? Solo se aprende aquello que deja algún residuo en la memoria. ¿Cómo puede ser posible entonces el aprendizaje no memorístico? Quizás se refiere a que quiere que se deje de utilizar la memorización 'en plan loro', pero... ¿realmente se cree que esta sigue siendo la mayoritaria y un problema real en nuestras aulas?

Luego está la afirmación de que '...ya tenemos Google y las redes'. ¿Cómo recurre al mito educativo de que en la era de Internet no es necesario conocer cosas? ¡Si esto es falso! Precisamente, en la era de Internet y de Google se hace todavía más necesario el disponer de conocimientos valiosos de historia, de geografía, de ciencias, de lengua... que nos permitan conocer, comprender y situarnos en el mundo. Precisamente es la falta de conocimientos la que impide el desarrollo del auténtico pensamiento crítico.

¿Por qué no se centran, por contra, en trabajar bien el currículum? Sería clave secuenciarlo bien, concretarlo un poco más... Es un ámbito en el que tenemos todavía mucho ámbito de mejora, ya que estamos muy lejos del currículum de países como Singapur, China... que lo revisan y trabajan de forma habitual. Luego está el tema del 'mundo cambiante'. Sí. En 20 años cambiarán cosas, pero serán muchas más las que permanezcan. Y la experiencia demuestra que conocer el mundo actual y nuestro pasado es lo mejor para prepararse bien para el futuro. Precisamente, los países que trabajan más el currículum son los que mejor responden en PISA, y esa no parece que sea la dirección en la que apunte la ministra.

Luego vienen las declaraciones sobre el móvil:


La vuelta al cole en Francia conlleva la prohibición del uso de móviles hasta los 15 años en los centros. ¿Se plantea el Gobierno una iniciativa similar?


Es una cuestión interesante y a estudiar porque tenemos demasiados adolescentes muy adictos a la tecnología. Hay que reflexionar sobre si el tiempo escolar debe estar libre de esa adicción. Hemos encontrado opiniones fuertemente encontradas. Lo vamos a estudiar con expertos. En algunos casos el móvil ayuda -no suelen llevarlo a los exámenes, solo faltaba-, pero si prohibirlo en los centros sirve para disminuir la adicción digital, merece la pena valorarlo.

En este caso, me parecen unas reflexiones algo más acertadas y convenientes. La cuestión de la adicción a la tecnología está cada vez más presente en el ámbito social y es un debate que hay que afrontar. Dejar claro y establecer una serie de espacios en los que el uso de el móvil no está permitido es también educar. ¿No se prohíbe, por ejemplo, el hablar por teléfono o mirar el Whatsapp mientras se conduce? ¿No está prohibido el uso del móvil cuando despega un avión o en el cine? ¿No hay también muchas familias en las que se pone la norma de no mirar el móvil en la mesa?¿Y por qué se hace? En el primer caso, porque supone una distracción y esto incrementa el riesgo de accidentes. En el segundo, en un caso por seguridad y en el otro porque distrae y empeora la experiencia. En el tercero, porque se quieren fomentar las relaciones familiares. ¿Acaso es ir 'contra el progreso' el que se prohíba su uso en estas situaciones? 

Sinceramente, defender que el smartphone es una herramienta de aprendizaje me parece una posición muy poco realista. ¿Realmente nos creemos que los alumnos usarán el móvil para 'trabajar'? ¿Teniendo a un clic Youtube, Snapchat, Instagram, el Fortnite o el Candy Crush? El esfuerzo que supone controlar que no haya distracciones prácticamente elimina todo posible beneficio educativo. Tengo la sensación de que los que defienden el uso del móvil en clase desconocen qué es lo que hacen realmente con ellos los alumnos y las problemáticas que generan. Otro punto a discutir sería la conveniencia de dar un smartphone a un menor de edad. 

Rápidamente, el conseller Bargalló respondió a la ministra de educacion:


"En Catalunya, que somos gente más avanzada a veces en algunas cosas, tenemos un dictamen del Consell Escolar de Catalunya del 2015 sobre el uso de la tecnología móvil en el aula", señaló. "Por motivos didácticos y pedagógicos, el uso del móvil consideramos que es positivo y que ha de ser regulado por cada centro docente. Nosotros somos contrarios a prohibir y a dar la espalda a los progresos tecnológicos, y somos favorables a utilizar los avances tecnológicos para mejorar la escuela"

¿Cómo que somos gente 'más avanzada' en Cataluña? ¿A qué se refiere con esta afirmación? ¿Es avanzado dejar que los alumnos usen el móvil en clase, en el patio, que no presten atención? ¿En qué somos más avanzados? 

Luego viene el 'somos contrarios a prohibir y dar la espalda a los progresos tecnológicos'. ¿Estamos dando la espalda al progreso tecnológico cuando decimos que mientras se conduce no se mire el Whatsapp? No. Simplemente pasa lo mismo con el móvil. La escuela es un espacio de aprendizaje y de socialización, y en ella se permitirán aquellos instrumentos que faciliten esos objetivos. Porque no se permita usar el móvil en el aula, no se 'da la espalda al progreso tecnológico'. ¿Es Singapur, el país que se pone como modelo últimamente, un país 'retrasado' (En Singapur están prohibidos en muchas escuelas y son retirados a veces entre 3 meses y un año)? ¿Y Corea, que tiene una política similar? Ya utilizarán el móvil posiblemente en casa; ¿hace falta que también lo hagan en la escuela? ¿Nos hemos planteado si ayuda realmente con el objetivo principal de la escuela, que es el aprendizaje? 

Deberíamos, por contra, plantearnos el trabajo de la tecnología, de la informática... que se hace en las escuelas. Cada vez son más los alumnos universitarios que los ves escribir en el ordenador y solo saben usar uno de los dedos, por ejemplo. ¿Saben nuestros alumnos también el cómo funciona un circuito eléctrico, el lenguaje de programación, el utilizar un programador de textos, el comparar fuentes de información? La propuesta de la ministra en resumen es interesante, pero depende de las comunidades autonómas, y en Cataluña, a la luz de las declaraciones, la perspectiva no es muy halagüeña.

En nuestro país unos de los principales problemas que tenemos es que no existe ninguna fuerza política que tenga ideas educativas que se alejen de las del 'establishment' educativo: ni a la izquierda ni a la derecha. Los prejuicios contra el valor del conocimiento, de la enseñanza basada en evidencias, de un sistema educativo exigente son comunes a las diversas fuerzas políticas. Y en el ámbito universitario la situación es similar: las ideas constructivistas, fundamentadas en el aprendizaje por descubrimiento, en la potenciación de las llamadas 'habilidades del siglo XXI', en la crítica de la memoria... son las más habituales. Hay todavía mucho camino que recorrer.

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