La semana pasada tuvo cierto eco una entrevista a Gregorio Luri en la que este destacaba el sinsentido de la expresión 'aprendizaje no memorístico'. Y expresiones como esa o similares son cada vez más habituales: 'En nuestra escuela estamos optando por un aprendizaje menos memorístico', 'Apostamos por contenidos más competenciales y menos memorísticos', 'Hay que dejar atrás el aprendizaje no memorístico'.
Cada vez que escucho alguien realizar una de estas afirmaciones, me rechinan los oídos y no sé dónde meterme. ¿Por qué? Porque son afirmaciones que si las estudias o consideras un poco a fondo, no tienen ningún tipo de sentido ni de validez. De ahí que haya querido escribir este post.
Como afirma Gregorio Luri, la memoria es el residuo del aprendizaje. Solo aprendemos aquello que queda en nuestra memoria. Entonces, ¿cómo quieren que aprendamos algo si no queda en nuestra memoria? ¡Es imposible! Consideremos esto un poco más a fondo.
Los aprendizajes que llevamos a cabo se almacenan en la memoria a largo plazo. Dentro de esta hay que distinguir entre la memoria declarativa y la procedimental.
La primera, la memoria declarativa, recoge todos aquellos recuerdos que pueden ser evocados de forma consciente, como hechos o eventos específicos. Se divide en 2 categorías:
- La memoria episódica, que almacena experiencias personales específicas sobre eventos, sucesos significativos de nuestra vida.
- La memoria semántica, que almacena información sobre hechos y sucesos del mundo.
En esta entran las experiencias personales, los conocimientos conceptuales sobre el mundo (ciencias, historia...)
La segunda, la memoria procedimental es la parte de la memoria que participa en el recuerdo de las habilidades motoras y ejecutivas necesarias para realizar una tarea. Aquí entran el aprender a conducir, a ir en bici, las diversas habilidades y hábitos, las respuestas emocionales que podamos tener...
Como se ve, solo es posible aprender aquello que queda en la memoria. No existe el 'conocimiento competencial no memorístico', porque cuando hablamos de competencia estamos hablando de aplicar algo que ya hemos aprendido a una situación nueva, y esto no sería posible sin haberlo 'memorizado' antes.
Pensemos ahora en los diversos tipos de conocimiento:
- Conocimiento declarativo (qué): hechos, definiciones, descripciones...
- Conocimiento procedimental (cómo): escribir un texto, conducir un coche, ir en bici (no olvidemos que el conocimiento procedimental está compuesto por conocimientos declarativos) que se relacionan entre sí.
- Conocimiento esquemático (porqué): principios, esquemas, modelos mentales
- Conocimiento estratégico (cuándo, dónde y cómo): estrategias, la heurística de las diversas disciplinas, la metagonición...
En el caso de todos los tipos de conocimiento, estos solo son aprendidos si pasan a nuestra memoria a largo plazo, bien a la declarativa, bien a la procedimental en el caso de un proceso como el de conducir un coche. ¿Es posible aprender a conducir un coche sin que ello quede en nuestra memoria motora? ¿Sí? ¿Puede alguien afirmar eso?
Y para valorar la competencia, es decir, la habilidad de aplicar lo aprendido a nuevos contextos, es importante que antes ello haya sido aprendido. ¿Cómo vamos a valorar la competencia lingüística o matemática de un alumno si no les hemos enseñado antes lengua o matemáticas? ¿Es posible?
Por lo tanto, cada vez que escuchemos expresiones como 'aprendizaje no memorísitco', 'conocimiento competencial no memorístico', 'conocimientos competenciales no memorísticos', o vagas críticas al 'aprendizaje memorístico', tendría que encenderse en nosotros una alarma. Hay veces en que la crítica será a la 'memorización a lo loro', de repetir sin sentido algo, pero es que esa nunca se ha pedido (la tan manida 'lista de los Reyes Godos'. Cuando hay que memorizar una secuencia como las tablas, o el alfabeto, o unas fechas... es porque son valiosas.
1 comentario:
Como ya sabemos existen varios tipos de memorias y cada uno de los humanos debemos aprender a explotarlas y utilizarlas para aprender cada vez más, a mi me ayudó mi memoria para ver los simbolos de un multimetro y así pude aprender mucho más rápido.
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