Hoy toca hablar sobre el vocabulario, siguiendo con la serie de posts sobre los elementos esenciales de la lectura, basados en la fantástica web australiana de Five from Five.
Cuando hablamos de vocabulario nos referimos a las palabras que los niños necesitan conocer para comprender y comunicarse. El vocabulario oral son las palabras que los alumnos reconocen o utilizan en la comunicación oral. Por su lado, el vocabulario lector lo conforman las palabras que los niños utilizan o reconocen en la lectura y la escritura.
El vocabulario es el predictor más importante de la comprensión lectora. Está claro que el conocimiento del significado de las palabras es esencial si el lector tiene que comprender lo que descodifica en un texto. Más allás de su significatividad para la lectura, el conocimiento de palabras influencia el pensamiento, la expresión oral y la escritura durante toda la vida, e incluso el desarrollo cognitivo.
El National Reading Panel incluyó el vocabulario como un elemento esencial de su programa de comprensión lectora, mientras que los informes de la US National Assessment of Educational Practice también reiteraban la importancia del vocabulario en el éxito lector.
Cuando entran en la escuela, aproximadamente el 20% de los estudiantes de Australia tienen problemas importantes de vocabulario. En las zonas más desfavorecidas, este porcentaje se incrementa a cerca del 30%. Las lagunas tempranas en el vocabulario persisten a lo largo del tiempo y son un factor de futuras disparidades en las carreras académicas de los estudiantes.
Cuando hablamos sobre la adquisición de vocabulario, los primeros años son críticos. La adquisición temprana de vocabulario ha demostrado ser especialmente importante por su relación con el progreso lector. Existe evidencia de que mejorar el vocabulario antes de los 6 años está altamente asociado con el éxito posterior en la lectoescritura en los últimos cursos de primaria e incluso en la escuela secundaria.
Es raro que los estudiantes tengan problemas con la compresión lectora si su descodificación y vocabulario están bien desarrollados. Mientras que muchos niños ampliarán y profundizarán su vocabulario a través de la lectura extensiva, otros no lo harán. Desafortunadamente, muchos chicos con cierto retraso o dificultades en el vocabulario o bien no son detectados o bien no se les ofrece el soporte adecuado. Estos estudiantes no serán capaces de ponerse al día sin una intervención intensiva y extensa.
Los estudiantes con déficits de vocabulario pueden ser rápidamente identificados como parte de un programa inicial de cribaje, con una intervención al inicio de la escolaridad que tendrá efectos más positivos que intervenciones posteriores.
Aquí tendríamos que plantearnos: ¿le damos a la enseñanza del vocabulario la importancia que tiene? Pensemos primero en el ámbito familiar: es clave que haya conversaciones entre padres e hijos, que exista un ambiente cultural rico en que se vaya a museos, a exposiciones, que los padres lean a los hijos... ¿Se siguen manteniendo estas costumbres? Porque la tendencia es a poner la televisión mientras se come, a que cada uno esté con su dispositivo digital en el coche, en las comidas, en la habitación... El uso cada vez más temprano de dispositivos digitales a quien perjudica más es a aquellos más desfavorecidos, que pierden esas posibilidades de interacción y relación familiar ricas. Pensemos en el caso de la lectura que es uno de los grandes potenciadores del vocabulario: ¿Se lee de forma extensiva en casa cuando hay un rato libre? ¿O la tendencia es a ver en Youtube vídeos de gatos, de cosas graciosas, o de cómo jugar al Minecraft?
Luego hay que ir al ámbito escolar. Para aquellos alumnos que no tienen la suerte de tener un ambiente cultural rico en casa, la escuela es el único ámbito en el que pueden adquirir determinados conocimientos clave. ¿La escuela posibilita esto? ¿Son así nuestros planes de estudio? Ya hablé en el último post sobre esta cuestión: de ahí el valor que tiene tanto el conocimiento como la escuela en cuanto a su función transmisora. Pensémoslo.
En este sentido recomiendo el libro de Isabel L. Beck, Margaret G. McKeown y Linda Kucan: Bringing words to life:
Adjunto también un interesante vídeo en el que se habla sobre las diversas clases de palabras (clase I, clase II, clase III), reflexionando sobre de cuáles hay que realizar una instrucción explícita:
En este sentido recomiendo las entradas del blog de Juan Cruz Ripoll sobre vocabulario y su libro 'Enseñar a leer: cómo hacer lectores competentes'.
Y el post en inglés de la web de Five from five:
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