Foto por formulario PxHere |
Llevaba un tiempo sin escribir (desde el mes de agosto). ¿Por qué? El día a día ya es de por sí intenso, y además del trabajo en sí, hay que hacer muchas otras cosas: leer (y no solo libros de educación), estudiar (en mi caso estoy cursando el grado de Humanidades en la UOC)... por lo que no siempre me da tiempo a dedicarle al blog el tiempo que querría.
Hoy toca hablar de la LOMLOE. Sí, la LOMLOE, esa ley de la cual llevamos hablando todos los profesores desde el inicio de curso. Personalmente, he de decir que, como ley, tanto por lo que se refiere al redactado como a los principios, me parece un desastre. Me parece una ley que no contribuirá a mejorar el fracaso escolar en España, sino que lo ocultará bajo alguno de los miles de nuevos términos y pseudónimos que la nueva ley incluye.
Esta es una de las primeras críticas que hacer a la ley (y a las previas que ha habido). La confusión terminológica. Desde que hace ya unos 20 años se empezara con la implementación de las competencias en España, con cada nueva ley solo se ha complicado el lenguaje, cambiando el nombre de cosas que no son tan complicadas: dimensiones, competencias clave, competencias específicas, competencias generales, estándares de aprendizaje, unidades didácticas, situaciones de aprendizaje, objetivos, procedimientos, contenidos, saberes... Y cada vez que aparece una nueva ley pasa a estar 'prohibido' el lenguaje anterior (como se transmite desde las editoriales de libros de texto, desde la inspección...). Y todo esto, ¿para qué? ¿Por qué hay que llamar ahora a los contenidos 'saberes'? '¿Y a las unidades didácticas, ¡situaciones de aprendizaje'? ¿No podemos hablar ya de 'dimensiones'?
Es que no tendría que ser tan complicado:
- Competencias (Lingüística, matemática, digital... aquí no entro a la conveniencia o no de las competencias, estoy hablando sobre el lenguaje).
- Áreas académicas
- Objetivos de aprendizaje
- Contenidos, procedimientos y actitudes
- Temas y unidades didácticas
¿Es tan difícil?
Otra crítica sería la vaguedad de la ley. Muchos defienden en las redes los 'perfiles de salida', los cuales están descritos en la web del ministerio, los cuales 'estarían bien orientados'. En teoría, un 'perfil de salida', marca qué conocimientos, habilidades... debería de tener un alumno al acabar la enseñanza primaria y la secundaria. Pero no, nos encontramos esto:
- Desarrollar una actitud responsable a partir de la toma de conciencia de la degradación del medioambiente y del maltrato animal basada en el conocimiento de las causas que los provocan, agravan o mejoran, desde una visión sistémica, tanto local como global.
- Identificar los diferentes aspectos relacionados con el consumo responsable, valorando sus repercusiones sobre el bien individual y el común, juzgando críticamente las necesidades y los excesos y ejerciendo un control social frente a la vulneración de sus derechos.
- Desarrollar estilos de vida saludable a partir de la comprensión del funcionamiento del organismo y la reflexión crítica sobre los factores internos y externos que inciden en ella, asumiendo la responsabilidad personal y social en el cuidado propio y en el cuidado de las demás personas, así como en la promoción de la salud pública.
- Desarrollar un espíritu crítico, empático y proactivo para detectar situaciones de inequidad y exclusión a partir de la comprensión de las causas complejas que las originan.
- Entender los conflictos como elementos connaturales a la vida en sociedad que deben resolverse de manera pacífica.
- Analizar de manera crítica y aprovechar las oportunidades de todo tipo que ofrece la sociedad actual, en particular las de la cultura en la era digital, evaluando sus beneficios y riesgos y haciendo un uso ético y responsable que contribuya a la mejora de la calidad de vida personal y colectiva.
- Aceptar la incertidumbre como una oportunidad para articular respuestas más creativas, aprendiendo a manejar la ansiedad que puede llevar aparejada.
- Cooperar y convivir en sociedades abiertas y cambiantes, valorando la diversidad personal y cultural como fuente de riqueza e interesándose por otras lenguas y culturas.
- Sentirse parte de un proyecto colectivo, tanto en el ámbito local como en el global, desarrollando empatía y generosidad.
- Desarrollar las habilidades que le permitan seguir aprendiendo a lo largo de la vida, desde la confianza en el conocimiento como motor del desarrollo y la valoración crítica de los riesgos y beneficios de este último.
No hay comentarios:
Publicar un comentario