domingo, 18 de agosto de 2019

El valor de la atención sostenida, comentario sobre un artículo de Doug Lemov

Photo by Aaron Burden on Unsplash


Doug Lemov es el director de Uncommon Schools y es el autor del libro 'Teach like a champion' ('Enseña como un campeón'). Por si no lo conocéis, este es un manual muy interesante que recoge toda una serie de estrategias didácticas: para activar los conocimientos previos, para explicar conceptos, para programar la clases... La mayoría de ellas se ve que están claramente basadas en los principales principios de la psicología cognitiva y recogen los diversos pasos de la instrucción explícita. Es un libro que debería de trabajarse con los futuros profesores a la hora de trabajar la didáctica.

Pero el objetivo del post no es hablar de este libro, sino de un interesante artículo que me llegó hace un par de semanas del blog de Doug Lemov. En este artículo, Lemov comenzaba destacando lo importante que es la habilidad de mantener la atención de forma sostenida en cualquier esfuerzo o tarea cognitiva que sea de valor. En esta línea, remarcaba lo difícil que se está volviendo este ejercicio de la atención sostenida en una sociedad que, de forma habitual, fractura nuestra concentración y nuestro tiempo. Por ejemplo, la media de tiempo concentrado en una tarea por parte de la mayoría de adultos es de solo unos minutos. Como muestra de esto, recogía un correo que le había enviado unos pocos días antes un amigo (el cual traduzco):

"Desde hace un par de años, he tenido la perturbadora sensación de que estoy desarrollando TDAH, por la disminución que estoy experimentando en la capacidad de sostener tareas intelectuales: evaluar, escribir, leer el diario... Estaba preguntándome si podría ser una consecuencia del envejecimiento, de no dormir lo suficiente o de tener demasiadas tareas y responsabilidades y de no tener tiempo de completarlas bien."

Lemov seguía remarcando lo sorprendente que le resultaba la cantidad de gente que le decía cosas parecidas: "Creo que mi cerebro está cambiando", "No puedo leer lo que solía"; valoraba que, probablemente, nuestros hábitos están cambiando como resultado de nuestra relación con la tecnología, aunque la mayoría no seamos conscientes. Y a continuación realizaba una reflexión que me pareció muy importante:

"¿Son las escuelas conscientes de este problema? ¿Toman medidas para trabajarlo? De muchas formas, probablemente solo hagan que empeorarlo, a pesar de que hay muchas cosas que podrían hacer..."

Esta reflexión es importante. ¿Somos conscientes en los colegios de que nuestros alumnos tienen una atención cada vez más fragmentada? ¿Tenemos en cuenta que suelen dedicar una cantidad de horas muy importante fuera del colegio a los diversos tipos de pantallas? Móvil, tabletas, ordenadores, consolas... ¿Sabemos que su consumo de contenidos audiovisuales acostumbra a ser muy fragmentando, inconstante, que van cambiando de vídeo en vídeo de Youtube, que escuchan música mientras consultan las redes sociales o juegan online? 
Porque la respuesta a estas preguntas tiene implicaciones educativas importantes: ¿Dónde van a poder aprender a valorar el silencio? ¿Quién puede enseñarles el valor de la contemplación, atenta, de un paisaje, de un cuadro, de la lectura atenta y sostenida? ¿Realmente lo que les conviene es que todo su trabajo en el colegio sea un cambiar constantemente de actividad, el ruido, el poder hablar cuando quieran? ¿Necesitan nuestros alumnos realmente un uso intensivo y habitual de la tecnología en el aula? ¿Hemos pensado en que quizás lo que necesitan es poder disfrutar del silencio, de la lectura atenta y sostenida, de cierto trabajo individual? ¿Se plantean los colegios cuándo se trabaja esta atención sostenida, la lectura lenta, atenta? Porque son habilidades que cada vez serán más importantes, en la medida en que se hayan perdido.

Y acaba presentando el caso de una clase de 5º de primaria en la que la dinámica es toda la contraria. Leen todos juntos, toman apuntes, debaten, les lee, escriben... Y lo hacen manteniendo la atención de forma sostenida durante un buen rato. En el vídeo se ve cómo los alumnos disfrutan de este trabajo, del leer en voz alta, del hablar y ser escuchados, del estar con los 5 sentidos en una tarea. Posiblemente sea hacia aquí hacia donde tengamos que ir.

Tengo la impresión de que cada vez será más importante este ser capaces de mantener la atención de una forma atenta y sostenida, que nos haga capaces de leer sobre un tema en profundidad, de disfrutar de un paisaje, de reflexionar sobre las cosas. Ojalá nos demos cuenta de ello y se tenga en cuenta en las escuelas.

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