Llevamos ya unos cuantos días de debate (si se le puede llamar así) sobre los deberes escolares. Todo viene a cuento de la huelga de deberes convocada por la CEAPA para todos los fines de semana de noviembre.
Como en otras ocasiones (ya pasó cuando se emitió el programa de Jesús Cintora 'Malditos deberes'), el tema se está sacando de contexto y se está perdiendo la objetividad necesaria para afrontarlo, cayéndose en el tan manido maniqueísmo educativo: 'los deberes son malos y hay que desterrarlos de las aulas'.
Me gustaría empezar arrojando algo de luz sobre la investigación educativa alrededor de los efectos que tienen los deberes; hay diversas investigaciones que hay tener en cuenta:
1) John Hattie, en sus metaanálisis, concluye que en educación primaria el efecto que tienen los deberes por lo que respecta al rendimiento académico es leve (d = 0.15) . En secundaria, en cambio, estos tienen un efecto mucho mayor (d = 0.64). Estos datos se pueden consultar en su libro 'Visible learning' o en el siguiente link: http://www.ascd.org/publications/educational-leadership/mar07/vol64/num06/The-Case-For-and-Against-Homework.aspx
2) Cooper establecía una progresión similar: efectos leves o reducidos en los primeros cursos de primaria que se incrementaban a medida que crecía la edad de los chavales:
Grades 4-6: Effect size = .15 (Percentile gain = 6)
Grades 7-9: Effect size = .31 (Percentile gain = 12)
Grades 4-6: Effect size = .64 (Percentile gain = 24)
A pesar de que el patrón mostraba que los deberes producían efectos reducidos en los cursos inferiores, Cooper lo recomendaba porque:
'los deberes para los niños pequeños deberían ayudarlos a desarrollar buenos hábitos de estudio, promover actitudes positivas hacia la escuela y transmitirles la idea que el aprendizaje conlleva trabajo en casa igual que en el colegio'.
Vemos que los diversos estudios certifican que los deberes tienen efectos importantes y positivos en secundaria y leves en primaria.
Cuando muchos piensan en deberes, se imaginan a un niño que llega por la tarde a casa con 4 libros de texto diferentes: castellano, matemáticas, conocimiento del medio e inglés. El profesor de cada una de esas asignaturas le ha puesto hacer 5 actividades de cada una de la áreas en la libreta copiando el enunciado. Además tiene un pequeño control. Yo también estaría en contra de ese tipo de deberes, pero el que a veces haya excesos no ha de significar que se acaben prohibiendo.
Estoy a favor de los deberes que sirven para que los niños trabajen y repasen contenidos trabajados en clase y alcancen así la maestría, centrándose en aspectos básicos como la lectura, la escritura, el cálculo, la ortografía... También estoy a favor de tareas que impliquen investigación: el ir a la biblioteca, trabajar un rato con los padres... Y también de las tareas que permiten que poco a poco vayan desarrollando un hábito diario de trabajo y de estudio que les ayudará mucho en secundaria.
Para conseguir esto es necesaria la coordinación entre los diversos profesores y el pensar bien las tareas que se les encomendarán. Me han parecido muy interesantes las propuestas de Álvaro Bilbao en este artículo: http://www.xn--elcerebrodelnio-crb.com/blog/deberes-si-o-deberes-no-ante-la-rebelion-de-los-deberes-que-dice-la-ciencia/
Más o menos, plantea lo siguiente:
- En infantil no debería de haber deberes. Como mucho, lectura con los padres en los últimos cursos.
- En primaria empezaría a haber de forma progresiva. El criterio de 10 minutos más por curso no me parece mal. 10 minutos en 1º, 20 en 2º...
- En secundaria ya se harían de forma habitual siguiendo el mismo criterio.
En este debate me sorprendió la afirmación de una de las representantes de una de las asociaciones de padres alrededor de las tareas en casa. Las criticó afirmando que son 'fuente de desigualdad'. ¿Hay entonces que prohibirlas? ¿No podrán las familias que puedan ayudar a sus chavales para posibilitar su éxito escolar? Quizás, en vez de enfocar el debate en la crítica a los deberes, debiéramos focalizarnos en cómo ayudar a aquellas familias y alumnos que por su situación y contexto familiar y sociocultural no tienen estas oportunidades: centros de día, soporte escolar, bibliotecas...
Los deberes, pues, son una buena opción, que no podemos dejar de lado. Podemos replantearnos cómo han de ser, qué progresión han de seguir... pero no desterrarlos porque sí de las aulas
Bibliografía:
Blog de Álvaro Bilbao:
Blog de Mar Ferrero:
Artículo de Robert Marzano:
Marzano, R. J., & Pickering, D. J. (2007). The case for and against homework. Educational Leadership, 64, 74-79.
Libro 'Visible Learning', de John Hattie:
John Hattie, “Visible learning. A synthesis of over 800 meta-analyses relating to achievement” (2009)
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