Hace unos días, Blake Harvard en su fantástico blog 'The Effortful Educador' publicó este fantástico post sobre la innovación y los riesgos que conlleva el sentido en que se la está orientando. He querido traducirlo porque los riesgos que destaca son plenamente actuales en nuestro contexto (tanto en España como en Cataluña). Si todavía no lo seguís, podéis subscribiros a su blog o bien a su perfil de Twitter: https://twitter.com/effortfuleduktr?s=20
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'Echando el freno a la innovación' (Pumping the Brakes on Innovation)
La palabra 'Innovación' se ha vuelto omnipresente en el mundo educativo. Todo el mundo busca técnicas didácticas que sean innovadoras, el uso de alguna app o herramienta tecnológica que permita innovar en el proceso de enseñanza-aprendizaje. No sé lo que pensarás, pero, en base a lo que he visto últimamente en 'innovación', estoy francamente preocupado. Cada vez que oigo hablar a alguien sobre el futuro de las aulas y de a dónde se dirige la educación, raramente se menciona el aprendizaje actual y real de los alumnos. Sin embargo, sí que hay mucha discusión sobre que el aula parecerá y se verá de forma diferente, sobre el cómo los estudiantes interaccionarán con el material que haya de ser aprendido, sobre las habilidades que se necesitarán en el futuro, sobre un nuevo dispositivo o herramienta tecnológica que innovará el aprendizaje, etc. Pero prácticamente no se habla, o directamente no se menciona, de cómo estos 'cambios innovadores' mejorarán el aprendizaje de los alumnos. Y si estos cambios innovadores no mejoran el aprendizaje, ¿por qué estamos perdiendo nuestro precioso tiempo en el desarrollo profesional que ha de llevarnos a implementarlos? ¿Por qué están las escuelas e instituciones públicas gastando grandes cantidades en tecnología innovadoras o en conferenciantes innovadores que dan lecciones magistrales (a cambio de una buena cantidad de dinero) de una hora sobre lo mala que es la clase magistral para el aprendizaje (gracias por venir a mi charla TED)?
La educación en su conjunto ha iniciado una carrera por ser innovadora... y no estoy seguro del porqué. Hoy por hoy, nuestros sistemas educativos no son perfectos. Necesitan mejoras. Pero si lo que se ve actualmente es lo que ha de ser la innovación en educación, no estamos haciendo ninguna mejora. Las clases pueden parecer mucho más guays, puede parecer que los estudiantes estén más 'involucrados' con la última tecnología, pero si no está teniendo lugar más aprendizaje, hemos tirado nuestro tiempo y dinero y hemos fallado realmente a nuestros alumnos.
La innovación real no es superficial. La innovación real impacta de forma positiva en el aprendizaje de los alumnos; en el cómo piensan, en el cómo recuerdan, en el cómo relacionan, en el cómo aplican. ¿Puede esto hacerse con la nueva tecnología? Por supuesto. ¿Ha de implicar esto el uso del último dispositivo? En absoluto. El aprendizaje sin el uso de la tecnología en el aula está bien. El uso de la tecnología en el aula sin aprendizaje es una mala práctica educativa. Esta idea de que, para que el aula sea innovadora, tiene que haber algún gran gasto o algún tipo de nuevo truco para aprender es, desafortunadamente, preponderante. Recibí hace poco un mensaje de un amigo que afirmaba que los profesores que tiene alrededor no son atraídos las estrategias que impactan realmente en el aprendizaje, como la práctica de recuerdo o la práctica espaciada. Prefieren algo nuevo; algo innovador. Tristemente, temo, este es un sentimiento que muchos comparten. Si no brilla o reluce, es antiguo e inefectivo.
Es una pena.
Tenemos que cambiar lo que se quiere significar con la palabra 'innovación'. Si no lleva a un mejor aprendizaje, no es innovador. Si no hace la enseñanza más efectiva, no es innovador. Si no hace tu ambiente de aula más eficiente, tampoco es innovador. Si estás en un curso de formación o hablando con alguien que defiende que tiene una forma innovadora de enseñar, pregúntale cómo este dispositivo / estrategia mejorará el aprendizaje en el aula. Si no pueden contestar tu pregunta, no te dejes convencer o compres esa autodenominaba innovación. Y, en realidad, no es una innovación, es una charla promocional.
*Este post no está dirigido a ninguna persona o grupo de personas. Es más una observación general / preocupación
Fuentes:
- Blog de Blake Harvard, 'The Effortful Educator': https://theeffortfuleducator.com/
- Post de Blake Harvard: https://theeffortfuleducator.com/2019/12/16/pumping-the-brakes-on-innovation/
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